CALDO, del antiguo adjetivo caldo ‘caliente’ y éste del lat. CALէDUS íd.

1.ª doc.: h. 1400, Glos. del Escorial; como adjetivo: 1050, 1155: Oelschl1.

El uso de caldo como adjetivo desapareció pronto en iberorromance, reemplazado por CALIENTE, y el vocablo, en castellano y en portugués únicamente sobrevivió como nombre del líquido que resulta de cocer en agua la carne y otras viandas; un antecedente de esta ac. puede hallarse en el uso latino de CALIDUM en el sentido de ‘vino caliente’ (Plauto, Marcial, etc.)2. Más tarde se reintrodujo cálido como cultismo [h. 1520, Padilla (C. C. Smith, BHisp. LXI), h. 1560: Las Casas].

DERIV.

Calda [h. 1500: Canc. de Castillo], quizá tomado del cat. calda ‘acto de poner candente el hierro’, ‘calor intenso’, ‘reprensión severa’, femenino de cald ‘caliente’ (vivo en esta lengua hasta fines del S. XIV). Caldear (ya 1386: L. de. Ayala); caldar en el mismo sentido es raro (un solo ej., en 1546); caldeo ‘calda’; ast. caldiar (V), cáldia ‘calda’ (V). Caldera [922], del lat. CALDARIA íd., derivado de CALDUS variante de CALIDUS; ast. «foso que rodea a la cárcova» (V): ¿o viene en esta ac. de un *CAPITARIA, por estar la caldera al cabo de la heredad?; caldero [1599], del lat. CALDARIUM íd.; calderada [1567, Recop. de Felipe II, DHist.]3; calderero; calderería; caldereta; calderilla; calderón (ast. ‘rayuela, juego de muchachos’, V); calderuelo. Caldillo; caldoso; calducho; caldudo; calduda. Escaldar [Berceo], del lat. EXCALDARE íd.; escaldadura; escaldufar. Rescoldo [1599, G. de Alfarache, Cl. C. II, 161.6, en el sentido figurado de ‘recelo, resquemor’; «rescolde: hot imbers», 1599, Percivale; rescoldo, Oudin: «reschaut, feu couvert, cendre avec un peu de braise dessoubs...», Covarr.], variante de rescaldo, que es como se dice en port., gall. (Sarm. CaG. 116v). Cespedosa (RFE XV, 280), judesp. (RFE II, 359), ast. (Acevedo-F.), forma documentada en Rob. de Nola, a. 1525 (p. 70), y en el Vocabulario de Correas (1623)4, rescualdo en Sanabria (RFE V, 33; también en el judesp. de Marruecos, BRAE XXXII, 265), cat. dial. rescal (Andorra, ALC 371), rescals (en casi todo el obispado de Gerona5, resultante fonéticamente del plural el(s) rescalds íd.), fr. réchaud; la o castellana, aunque es algo sorprendente, no permite dudar de la evidente etimología: quizá deba explicarse como un compromiso entre *rescodo y rescaldo6; rescoldera; rescoldearse, chil. ‘hacerse friegas’ (G. Maturana, AUCh. XCII,iii, p. 9).

Calidez; también calididad (1542) o calidad ant. ‘calidez’, con haplología.

CPT.

Caldibaldo [Vélez de Guevara: † 1644] y caldibache (para la formación V. cachivache, s. v. CACHO I). Gall. escaldafarrapos ‘tunda y palos o represión’ (en la Coruña y Ferrol) Sarm. CaG. 221v.

1 No hallo testimonios posteriores; caldamente en Eguiluz, Milicia (1592), escaramuza calda en Escalante, Arte Militar (1583) son italianismos.―

2 Para la distinción sinonímica entre caldo, potaje y cocina, vid. Valdés, Diálogo de la L., ed. Cl. Cast., 115.9.―

3 El proverbio «En cada casa cuecen habas, y en la nuestra a calderadas» que ya figura en el Vocab. de Refranes de Correas (1627, ed. 1924, 185b), en realidad se remonta, por lo menos, hasta el S. XIII. En gallego, Joan Garcia de Guillade ya lo conoce, y en el mismo sentido, aunque sólo lo expresa en su primera parte «cada casa, favas lavan!» (R. Lapa., CEsc. 215.5).―

4 A propósito de la forma bocezo observa «bostezo dizen los modernos, sin qué ni para qué, como rescoldo por rescaldo», p. 498.―

5 Por lo menos en la zona Olot-Ripoll. Como la combinación lsr se reduce siempre a lr hoy hasta los cultos toman el rescals por un singular. Se prolonga esta área hasta el gascón, pues Dupleich Dict. patois de St. Gaudens, a. 1843, s. v. registraba «arrescaoud: cendre chaude; braise; le réchaud est l’ustensile où l’on la met».―

6 Comp. el cat. oubi u olbi junto a obi ‘gamella’ ALVEUS. Formas de este tipo son normales en el portugués septentrional de la Póvoa de Varzim: córdo ‘caldo’, mórba ‘malva’, mórga = port. malga, òrqueire = port. alqueire (Leite de V., Opúsc. II, 281); sin embargo, como otras hablas vecinas dicen cáurdo (con Ȯr resultante de una especie de disociación de la l) es dudoso que estas formas sean verdaderamente comparables con el cast. rescoldo. Admitir que el cast. rescoldo es adaptación del fr. réchaud, como propone Spitzer (Lexik. a. d. Kat. 117) no convence, no sólo porque entonces esperaríamos ch y no c, sino también por el tratamiento del diptongo (lo natural sería -audo o bien -odo). Podría pensarse en una confusión con otra palabra, como rescobdo ‘reclinatorio, triclinio’ judesp. (Biblia de Ferrara, etc., BRAE V, 358-9; MLN XI, 100), procedente de CUBIBITUS (comp. leon. coldo ‘codo’), pero hay poca base semántica de contacto entre las dos palabras. En cuanto al burgalés rescoyar ‘remover la lumbre escondida’, rescoyo ‘rescoldo’ (comp. santand. rescoldar íd.), señalado por G. de Diego (Contr. § 496), quizá deba mirarse como alteración de *rescodear > -diar.