CALAHORRA, ‘torre fortificada’, ‘casa con rejas, desde donde se distribuye el pan en tiempo de escasez’, de origen incierto, quizá del ár. qál⺆a Ʌúrra ‘castillo libre, fuera del recinto amurallado’; parece ser independiente del nombre de la ciudad de Calahorra, procedente del ibérico.
1.ª doc.: la calaforra de Eltx, 13071; como nombre propio de lugar, Calagorra, 1006, Calahorra, 1126, Calaforrilla, 1182, y CALAGURRIS ya en la época romana.
Sin embargo, contra toda etimología prerromana surge grave duda si consideramos que no existen otros términos de fortificación procedentes de una lengua prerromana. Puesto que el apelativo calahorra sólo se empleó en la zona musulmana, sería natural separarlo del nombre de ciudad, procedente de CALAGURRIS, y derivado del ár. qál⺆a Ʌúrra ‘castillo libre’, por estar las calahorras o torres albarranas fuera del recinto de las fortificaciones; entonces podría compararse la relación entre calahorra y el port. y cat. forra ‘hembra estéril’ con la existente entre torre albarrana y albarrán ‘soltero’; y se habrían producido influencias recíprocas entre el apelativo calahorra y el nombre de la conocida ciudad, que explicarían, por una parte, la forma documental Calaforra en el nombre de ésta, y por la otra la grafía qalahúrra que hallamos para el apelativo en los manuscritos árabes4.
1 Hoy La Calaorra en las afueras de Elche (Martí Gadea, Térra del Gè, II, 20).― ↩
2 [En algunos de estos ejs. toponímicos puede tratarse más bien del ár. qál⺆a ‘castillo’.].― ↩
3 Aut. piensa en el lat. HORREUM ‘granero’. Sería un híbrido inverosímil, y además al sentido de ‘casa enrejada para repartir pan’ se llegó partiendo del de ‘fortaleza’. Baist, RF IV, 373, cree que es del mismo origen que el sinónimo coracha empleado por López de Ayala; pero V. CUERO: en el mismo artículo de Ricard allí analizado se cita bibliografía reciente sobre calahorra: Lévi-Provençal, Hist. de l’Esp. Musulm. III, 66, quien se adhiere a los que creen que no es árabe; Torres Balbás (Al-And. VII, 192 n. 2), que opina lo contrario; y G. Marçais (Manuel d’Art Musulm. I, 252), que trae nota sobre la calahorra de Córdoba.― ↩
4 Confirmada por varias fuentes: Abenaljatib, inscripciones de la Alhambra y escrituras árabes de Granada. Se comprende bastante bien que el influjo de CALAGURRIS causara el cambio de qál⺆a Ʌúrra en qala-. Lo que hace persistir la duda frente a esta etimología es el h (y no Ʌ), constante en la grafía del apelativo. ¿Se tratará de una h romance (= ár. h, no Ʌ) introducida por ultracorrección en CALAGURRIS, o de una pronunciación vulgar del hispanoárabe? Una de dos ha de ser. De lo último no tengo a mano otros ejemplos. ↩