CADALSO, del antiguo cadahalso, tomado, por conducto del catalán, del oc. ant. cadafalcs1 (nominativo de cadafalc), y éste del lat. vg. *CATAFALէCUM íd., resultante de un cruce de CATASTAestrado en que se exponían los esclavos en venta’ con FALAtorre de madera’.

1.ª doc.: cadahalso, h. 1300, Gr. Conq. Ultr.; J. Ruiz, 1442d; Glos. de Palacio; cadafalso en Partida II, XXIII, 23 en Ayala (Gili); más ejs. en Dhist.2; cadalso, 1613, Cervantes.

También port. cadafalso. La forma normal en catalán es cadafal o cadafalc (carafal en Valencia), pero existen allí también antecedentes de la forma castellana con -s: carafals o carrafals en el Maestrazgo (G. Girona), capfals ‘andamiaje inestable’ (forma que leo en una carta de D. Rafael Patxot, de Sant Feliu de Guíxols). Se generalizó la forma del nominativo occitano gracias a la idea de que el cadalso era algo provisional, a veces inestable, y por lo tanto falso. Otros representantes romances, independientes de la forma occitana: fr. ant. chaafaut (hoy échafaud), it. catafalco [de éste el cast. catafalco ‘túmulo solemne’, Terr.].

Baist, RF I, 113, cree que se trata de una palabra gr. *καταưάλκƓς, formada con el prefijo κατĮ- y unas palabras ưάλκƓς, ưάλκις, ưóλκις, que aparecen en compuestos con los prefijos Ɔπι-, Ɔμ-, ęντι-, y de las cuales saldría el cast., cat. y port. falca ‘orla postiza de un barco’; pero no puedo comprobar la existencia de estas palabras griegas, y falca suele considerarse de origen arábigo.

1 Entre otros ejs. puede citarse el que aparece en el poema de la Toma de Damieta (1.ª mitad del S. XIII; ed. P. Meyer, p. 118).―

2 Todavía en Nebr., y asegurado por el metro en Tirso, La Prudencia en la Mujer, III, xi, ed. Losada, p. 259, y en Lope. Calderón ya cuenta el vocablo como trisílabo (Cuervo, Obr. Inéd., 111).