BURDÉGANO, ‘hijo de caballo y burra’, origen incierto, al parecer derivado del lat. tardío BŬRDUS íd.
Figura en Nebr., Covarr.,
Aut.; éste señala la acentuación esdrújula. Es posible que el vocablo haya sido también portugués, si bien aquí no se halla el significado propio
1. Para la forma de la derivación, vid M. P.,
Festgabe Mussafia, p. 392, y comp. cat.
bordegàs ‘bastardo’, ‘chaval’. Si Schrader,
Reallexikon, 2.ª ed., II, 53, tuviera razón al considerar el lat.
burdus, como germanismo, emparentado con el a. alem. ant.
burdî, alem.
bürde, ingl.
burden ‘carga’, entonces el a. alem. ant.
burdihhîn ‘mulo’, que suele mirarse como latinismo, podría ser autóctono, y la palabra castellana venir de la correspondencia gótica del a. alem. ant.
burdihhîn, pero la teoría de Schrader es muy dudosa, y suele más bien tenerse a
burdus por vocablo de origen céltico. Quizá esté en relación con ello la principal dificultad que ofrece
burdégano: su
u, mientras que todos los descendientes romances de
BURDUS tienen
o como vocal radical. Este detalle haría pensar más bien en que
burdégano sea derivado del lat. tardío
BURRզCUS ‘caballo pequeño’, con sufijo átono
-ano (de origen hispánico) y la alternancia
RR =
rd que aparece en tantas palabras prerromanas y voces de origen incierto: nótese que
BURRICUS es palabra de origen ignoto; lo que parece apoyar esta idea es que el ast.
burreñu vale ‘burdégano’ en Colunga (V), y que
burro (derivado regresivo de
BURRICUS) significa ‘cualquier animal de tiro’ en la Beira y ‘caballo’ en el Occidente de Asturias (vid.
BORRICO). Claro es que esta posibilidad es tan difícil de demostrar como de rechazar, y será preferible dejarla en estudio por ahora. La forma
burdo ‘burdégano’ que usa F. Aguado,
Apólogos de San Cirilo (1643), quizá no es más que un derivado regresivo de
burdégano. Aunque si verdaderamente fuese derivado del lat.
BURDUS no habría por qué partir de bases latinas
*BURDICULUS o
*BURDĶNICUS (
GdDD 1185), sino de un derivado romance con sufijo átono. Nada hay que aprovechar en la nota del Sr. H. Lüdtke en
RFE, 1957: salta a la vista que la
d de
burdégano no puede venir del lat.
ET y que no puede tratarse de un compuesto de una forma regresiva tan secundaria como
burro; no creo que pueda salvarse nada de esa nota, ni siquiera lo que puede parecer menos irracional: buscar en el elemento
-ég- una huella de
ĔQUUS, sólo posible si el vocablo fuese portuguesismo, de lo cual no hay indicios.