BRINCAR, del port. brincar ‘jugar, retozar’, ‘brincar’, derivado de brinco ‘anillo, sortija’, ‘juguete para los niños’, procedente del lat. VINCŬLUMatadura’.

1.ª doc.: 1505, PAlc.1.

Aunque los diccionarios portugueses, muy pobres en citas arcaicas, no traen ejs. anteriores al S. XVI, no hay duda de que en este idioma es palabra muy antigua y de mayor arraigo que en español, dada su gran riqueza de significados: ‘brincar’, ‘jugar, retozar, bromear’ (muy antigua y frecuente), ‘bailar’, ‘adornar’; por lo demás está en la Gral. Est. gall. de princ. S. XIV: «esta çidade... ouvera estes tres nomes: Bala, Selisa, Segor; a alén de estes nom?s a chama Ysayas a beze[r]ra brincante» (214.2). En el sustantivo brinco ‘joya’, por lo menos, existió conciencia del carácter portugués del vocablo, como se ve por el diminutivo brinquiño, muy frecuente en los SS. XVI y XVII2. Brinco significaba ‘joyel’ y en particular ‘pendiente’ o ‘anillo también ‘brazalete’. En español existió vinclo con el matiz específico de ‘aro que, junto con el engaste (sortija) de la piedra preciosa, constituye un anillo’3, pero esta palabra se perdió pronto en todas partes excepto en Asturias, donde todavía hay blincu ‘pendiente pequeño para la oreja’ (Munthe), ‘arillo del pendiente’ (V). Dialectalmente en portugués subsiste aún brinco en el sentido de ‘anillo que se pone a los cerdos en el hocico’ (Viana do Castelo: RL XVII, 80), y hubo antiguamente una variante vinco, de la que C. Michaëlis (a quien se debe la etimología de brinco ‘joya’: RL I, 299-300) señala varios testimonios de los SS. XV-XVII4: claro está que vinco procede de víncoo VINCU(L)UM, mientras que la forma moderna sale de vincro, vinclo5. Por mi parte agregaré que se aplicó luego a un juguete para niños [Arraes, 1589], que al principio sería un aro u otro objeto de forma anular, como los que rematan los chupadores de los niños de teta hoy en día, y de aquí nació brincar ‘jugar’ y luego ‘saltar como los niños’, ‘brincar’6. Deben rechazarse las demás etimologías. Schuchardt, ZRPh. VI, 423, pensó en un origen céltico, suponiendo que el irl. ant. lingim ‘yo salto’ venía de *blingim, atendiendo al pretérito leblaing, pero Thurneysen, Keltorom. 86, objetó ya que la b- ante l no se pierde en irlandés, y que se trata de una forma muy irregular y de formación oscura en la que nada puede fundarse. Varios han tratado de derivar del alem. springen ‘saltar’ (Storm, Rom. V, 173; Paul Barbier, Miscell.; V. las juiciosas objeciones de Jud, VRom. II, 246-7), pero hay insuperables dificultades fonéticas y no se ve por qué camino podía llegar este vocablo a España, pues si existe un fr. bringuer ‘saltar’ éste no es su significado fundamental, sino el de ‘descomponer, desarreglar’ y nada tiene que ver con springen (comp. FEW I, 530a)7.

DERIV.

Brinco [h. 15258 en el significado de ‘salto’; para el de ‘joyel’, V. arriba, y es ya frecuente en Cervantes, Lope y contemporáneos].

Es duplicado culto vínculo [med. S. XIV, Orden. Real, en Aut.], con el sentido latino conservado, que entró como voz forense (se empleó también en la E. Media una forma vincle, del cat.); vincular [2.° cuarto del S. XV, Pérez de Guzmán (C C. Smith, BHisp. LXI); S. XVII, Aut.; se emplea en Amér. en el sentido debilitado ‘relacionar’], vinculable, vinculación; vincular adj.

1 Como palabra castellana, traducida por un verbo hispanoárabe que R. Martí da como equivalente del lat. salire ‘saltar’. Si el romance que cita el DHist. es realmente viejo, podría ya hallarse en un texto de la 2.ª mitad del S. XV. Falta todavía en APal. y en Nebr.―

2 DHist. Otros ejs.: Rosal, Dicc. de la Lengua Cast., a. 1601, citado en Teatro Antiguo Español, IV, 227; Quiñones de B., NBAE XVIII, 561; más en Gili.―

3 «En la mano diestra tenía un rubí con una sortija; en el vinclo della estaban letras escriptas...» Castigos de D. Sancho, ms. A (S. XIV), ed. Rey 85.2, 4, ed. Rivad. LI, 112a, lín. 34. Es reveladora para el origen la variante vínculo del códice C y la forma portuguesa vinco de E.―

4 El gall. vinco es además un «triángulo de hierro con argollas, que traen los lazarillos de ciego de sinfonía» (Sarm. CaG. 67v), ‘señal que queda en una cosa que se dobló o que estuvo apretada con cordel o goma’ (Eladio Rdz.; también portugués). Aparece vinco para ‘aro de sortija’ una vez en las Ctgs. (309.59). De ahí vinca ‘cuello o garganta de alguna vasija como taza u olla’ (Vall.; Castelao 168.22, y ver en la pág. 167 el dibujo de los frascos en que guardaban los despojos de unos embriones) y vincallo ‘vencejo’ (Vall., Lugrís), gall. orensano ‘atadijo de juncos’, gall. pontevedrés vingallo (con la g de pingallo ‘pingajo’, vid. PENDER), ej. «átame esto con um vingallo de juncas» (Sarm. CaG. 214v); vincallo figura ya en la Gral. Est. gall. de princ. del S. XIV: «madeyros atados c? vyncallos de carvallo torcidas» (90.26, que el ms. A reemplaza por velortos). Pero también brinco es gallego, en el sentido de ‘dije de oro’ (Castelao, 280.7). Derivados semicultos o rehechos: víncoras ‘rayitas ornamentales que adornan los cacharros de barro’ (en eds. recientes de Carré); vinculeiro, Castelao 277.13 (vinculero lo utiliza Valle Inclán). Tomado del port. o gall. es el leon. vinco ‘anillo que se pone en el hocico a los cerdos’, ‘pendientes’.―

5 Comp. el ast. blincar, reblincar, blincu ‘brincar’, ‘brinco’ (R, V), con el cat. blincar, vinclar, reblincar, ‘doblar’, cuya etimología VINCULARE está bien averiguada. El significado catalán podria sugerir que brincar fué inicialmente ‘doblarse (para saltar)’, pero la otra vía semántica está mejor documentada en hispano-portugués. No hay propiamente un cat. brincar ‘saltar’ aunque alguna vez se emplee como castellanismo. El it. brincoli ‘tantos de jugador, fichas’, ya en los SS. XIV-XV, no puede venir del español según Zaccaria, y creo, en efecto, que nada tendrá que ver con esta familia léxica. El port. pinchar ‘saltar, empujar’ podría ser otro representante de VINCULARE, cruzado con puxar.―

6 Es dudoso el significado de brancar en Pineda, Monarquía Eclesiástica (a. 1594), que el DHist. quiere definir ‘brincar’: se trata de unos elefantes que alborotados por las picadas de mosquitos «dieron a brancar por esos campos». Quizá no tenga esto nada que ver con brincar.―

7 Hay lemos. bringà ‘saltar de alegria’ (Mistral), pero hace falta saber si no viene del español antes que lo contrario. Sainéan, Sources Indig., I, 241, quisiera derivarlo de oc. brinc ‘peñasco’ con ac. fundamental ‘despeñarse’, lo que es muy dudoso.―

8 Gillet, Spanish Play of the Battle of Pavia, n. 142.