BLANCO, del germ. BLANKbrillante’, ‘blanco’ (hoy raro pero aún existente en alemán).

1.ª doc.: Cid.

Cuervo, Dicc. I, 881-4. La conservación del grupo consonántico inicial indica palabra entrada tardíamente, seguramente desde Francia. La vieja palabra española era ALBO, la más extendida en la toponimia.

DERIV.

Blanca ‘moneda de plata’ ant., ‘moneda de escaso valor’ [1438]. Blancor. Blancura [S. XV, Biblia med. rom., Gén. 30.35]. Blancuzco [med. S. XIX]. Blanquear [Berceo, S. Dom. 654], o emblanquear (ant.). Blanquecer [1471]. Blanquecino [1513]. Blanquero ‘curtidor’, arag., murc. [1621]. Cerezas blanqueras ast. ‘las de cierta especie, de color blanco’ (V). Blanquete ‘albayalde’ [1438]; blanqueta ‘tejido de lana’ (Canc. de Baena, vid. W. Schmid), Blanquillo. Blanquizco [1795] o blanquisco [1513, SS. XVI-XVII]. Blanquimento [Aut.] o blanquimiento o emblanquimiento o emblanquición. Que blanquinoso ‘blanquecino’ es forma catalanizante lo confirma el hecho de que en Valencia se dice también groguinós ‘amarillento’, blavinós ‘azulado’ (J. Giner). Usada por el Arcipreste de Talavera, por Azorín (La Prensa de B. A., 2-VI-1940), y por Gabriel Miró (Del Vivir, p. 56); la emplea también Pérez de Ayala (Nougué, BHisp. LXVII). Ast. ablancazáu o esblanquiñáu ‘blanquecino’ (V). Emblanquecer, emblanquecimiento.

CPT.

Blanquibol, Nebr. ‘albayalde, cerusa’ (que Franciosini corrompe en blanquiciol). No se tratará de un vocablo cat. *blanquívol, cuya formación sería concebible (cf. cat. blanquet ‘albayalde’), pues se acentuaba en la ó, vid. DHist.: rima con caracol en el Canc. de Castillo y la variante blanquebol con sol en el Canc. de Montoro. DHist. dice que es compuesto con bolo ‘arcilla’ (gr. βNjλος) lo cual parece tanto más razonable cuanto que según el Diccion. Farm. citado por el DHist. hay boles blancos y aparece además en las Orden. de Sevilla la variante blanquiboli, que podrá ser un genitivo de receta farmacéutica o alquímica (e indicaría por lo tanto un término latino o griego); pero blanc- no es grecolatino y en gr. no existe un *λευκóβωλος. Lo más razonable parece ser un cruce de blanquete ‘albayalde’ con arrebol, sustancias que el Corbacho (vid. DHist., s. v. blanquete) menciona juntas como los dos afeites que más empleaban las mujeres en su tiempo. Nótese que el moderno colorete ‘arrebol’, y viceversa, podría venir de color o colorado con la terminación de blanquete.