BIZCO, de origen incierto, seguramente voz de creación expresiva.
Teniendo en cuenta esta aparición tan temprana puede rechazarse la idea de que viene del fr.
bicle, sugerida por Sainéan,
Sources Indig., I, 68-9. Es sugestiva la etimología de M. P.,
RFE VII, 31-33, ya antes expuesta por C. Michaëlis (
RL III, 140):
*VĔRSէCUS, derivado de
VERSUS ‘vuelto’ (de donde ‘torcido’), sobre todo en vista de formas como el port.
1 vesgo, ast. occid.
besgo y, en la toponimia santanderina,
viesgo2; es también valenciano
visc (pronunciado con
v en Castalla según Valor i Vives, y en Alcoy según Martí Gadea,
Dicc.); en la capital es adjetivo, mientras que en Castalla se emplea como sustantivo (
és un visc) y en calidad de adjetivo se dice
ulls viscornats; churro
viscorniáu (J. Giner). Sin embargo, hay un grave escrúpulo fonético: después de
-RS- sólo cabe una síncopa bastante tardía, que no podría explicar la sorda de
bizco. Además, así deberíamos admitir que la
z de esta forma es evolución secundaria de una
s (como en
negruzco, etc.), pero la
l de formas leonesas como
revilgo y
revilvo (Lamano) nos prueba que se trata de
z antigua y verdadera. De este
revilgo niega
GdDD 5678 que tenga que ver con
bizco y lo agrupa con salm. y ast.
revilgar, berc.
revelgar, leon.
revilvar, ‘girar’, bajo un epígrafe
*REVզRէCARE ‘girar’ (del celtismo
*VIRARE). Lo
cual no parecería inverosímil si fuese así; pero el hecho es que el salm.
*revilgar no está en Lamano y ha de ser palabra meramente supuesta, que el berc.
revelgar no es ‘girar’, sino «torcer en espiral» (G. Rey) y
revilvar «sonar en el aire un cuerpo arrojado con violencia», y el ast.
revilgar «torcer, doblar hacia arriba, arremangar» (lo cual tampoco es ‘girar’) se funda en una recopilación de segunda mano y de escaso valor como el
Dicc. Bable de la Rima de G. Oliveros, que no sabemos si reproduce esmeradamente las definiciones de sus fuentes. Total: que
*REVIRICARE no ha existido, que estos verbos son de orígenes varios y en parte derivados de
rebilgo =
bizco, con
l leonesa (en
revilvar puede haber contaminación con
REHILAR y su variante
reguilar, etc.), y por encima de todo: que hay que desconfiar de los datos de
GdDD. Sobre todo, esta familia de palabras presenta una típica vacilación en el vocalismo y en el consonantismo, que de ninguna manera puede explicarse a base de un étimo único
3:
pizco en el Glosario de Palacio (fin S. XIV), port.
piscar ‘guiñar el ojo’, Bormio
pisc ‘ciego’, fr.
bicle y
bigle ‘bizco’. En consecuencia es más aceptable la opinión de Spitzer (
Bibl.
ARom. II, 170;
Litbl. XLVIII, 32n.;
MLN LIII, 142) al considerar que todas estas voces son de creación expresiva, con el sentido originario de ‘guiñar el ojo’, movimiento rápido expresado por la sucesión de consonantes
b-sk,
p-sk y análogas. Para el tránsito semántico, repetidísimo, entre las ideas de ‘guiñar’, ‘bizcar’ y ‘ser ciego’ o ‘tuerto’, V. los ejs. reunidos por Wartburg,
RDR III, 462; y M. P.,
RFE VII, 32n.3 y 4. Documentación en Cej. IV, § 79.