BERILO, tomado del lat. beryllus y éste del gr. βƲρυλλος íd.
1.ª doc.: med. S. XVII. La variante beril, desde la primera mitad del XV.
Fulgor de un claro veril, C. de Castillejo (Cej.,
Voc.),
veril «precious stone» Percivale, Oudin; de ahí tal vez con algún influjo semántico de
vidrio, vienen probablemente el asturiano
veril ‘custodia’ (V), y así mismo el castellano
viril1 «hoja de vidrio muy claro y transparente: usan dél para que por una parte encubran las cosas, que no pueden tocarlas, y por otra las descubran y manifiesten para ser vistas, como se haze en los
viriles que se ponen en los relicarios» (Covarr.), «se llama también la custodia pequeña que se pone delante de la grande» (
Aut.), comp. el texto del Tostado (1505) citado por
DHist., donde el vocablo se halla en la transición: «una pequeña abertura en la cual puso una piedra trasluciente como un cristal o
beril»; en Góngora hay otros tres ejs. semejantes (V. el dicc. de Alemany)
2.
DERIV.
Berilio.
1 De ahí quizá el vco. (lab., b. nav. e Irún) berin ‘vidrio’, ‘cristal de ventanas’.― ↩
2 Que venga de vidrio o de VITRUM, como dice Covarr., seguido por la Acad. y Steiger (VRom. IV, 354), no es posible fonéticamente en cast.; habría que admitir préstamo del oc., donde no existe tal derivado; a lo sumo se podría pensar en oc. veirial «vitrail», cambiado en veiril al pasar de zonas donde -ILE > -ial a otros dialectos occitanos que pronuncian -il, pero es supuesto complicado e innecesario. ↩