BELITRE procede del gr. βλίτυρι empleado por los escolásticos como tipo del vocablo que no significa nada; pasó seguramente a través del fr. bélître ‘belitre’.
En francés se halla
blitres en 1506 (Bloch),
blistre en 1530 (Palsgrave) y
beli(
s)
tre desde el mismo S. XVI. La palabra griega, emparentada con
βλιτάς ‘vieja insignificante’ y
βλιτóμαμμας ‘bobo’, se empleó como término técnico de filosofía desde la Edad Media hasta el S. XVIII, a veces deformada en
blitri,
blictri, y se popularizó en el sentido de ‘cosa o persona insignificante o sin valor’, de donde ‘mendigo’ en francés y ‘pícaro, ruin’ en castellano. Ha dejado numerosos representantes romances: venec.
blitri,
biltri, piam.
blichri, boloñ.
blictri, y además cat.
blitiri,
blediri, ‘estudiante de primer año’, ‘novato’. Spitzer,
AILC III, 4-6. Debe por lo tanto abandonarse la etimología alem.
bettler ‘mendigo’ que se había aceptado hasta ahora (
FEW;
REW 1014
a). En América se han conservado acepciones más antiguas que en España: dominicano
belitre ‘frágil, débil’ (Brito), argentino
no se le importa un belitre ‘lo mismo le da’ (Justo P. Sáenz,
La Prensa, 12-X-1941). Teniendo en cuenta que una de las autoridades más antiguas, Covarrubias, la atestigua, es probable la procedencia francesa; sin embargo, hubo representantes autóctonos en la Península, como las citadas formas catalanas y la portuguesa
biltre ‘hombre vil y despreciable’ (Moraes); en un documento leonés de 1199 (Staaff, 5.25) figura como testigo un
Martin Pelitre, que quizá represente una forma antigua de la actual portuguesa
pelintra ‘persona desharrapada, pero con pretensiones’; sin embargo, aqui hay por lo menos influencia del nombre de planta
PELITRE.