BALADRÓN, ‘fanfarrón que blasona de valiente’, del lat. BALATRO, -ĶNIS, empleado como injuria o término despectivo por varios autores clásicos.
Horacio, Varrón, etc.; definido diversamente por los glosadores y escoliastas antiguos, se nota sin embargo que varios de ellos se refieren al que habla en vano o demasiado («a vaniloquentia», «derisores, liberiores in loquendo»). Con la equivalencia «parlero» está
baladrón en Nebr. En Canarias significa ‘malvado’ (
BRAE VII, 333; Millares). Hay variante
balandrón en el Plata (Hidalgo, en Tiscornia,
Poetas Gauchescos, I, v. 86), en la
Hist.
del Perú de Gutiérrez Santaclara y en otros americanos (Cuervo,
Obr.
Inéd., 206). Para documentación latina vid. Fisch,
ALLG V, 62, y Ernout-M. Indudablemente relacionado con
BALADRAR, del que formalmente deriva
baladrear.