ATAÚD, del ár. tābût ‘caja’, ‘ataúd’, ‘tumba’.

1.ª doc.: princ. S. XIII, Crón. Villarense.

Dozy, Gloss. 214; Eguílaz, 299; Neuvonen, 165-6. Del mismo origen port. ataúde [1257 y Cantigas: Boletím de Fil. XII, 320-1], cat. taüt1, sic. tabbutu. La variante atabud figura en un testamento de 1349 y en las Coplas de Yoçef publicadas por González Llubera (284); hoy tabut es la forma de los judíos españoles (RFE II, 350; comp. M. P., Inf. de Lara, Gloss.). La forma taúd figura en Alex. O, 1321c, atahut en doc. murciano de 1271 (G. Soriano, p. 192), y el Cron. Villarense trae una tauth, pero no es seguro que no deba leerse un atauth. Hoy ataüt es femenino en el catalán de Valencia. La forma ataul (Cespedosa: RFE XV, 151) o atabul (Panticosa: RLiR XI, 116) puede ser debida a influjo de BAÚL, que en muchas partes significa lo mismo. Para las grafías atahud, ataút, ataúte, vid. DHist. También ha pasado al vco. gathabuta, katabu(ta), si bien la k- (> g-) sería debida a un cruce con el oc. catafau = catafalco; Schuchardt, Museum X, 400.

1 Ataud figura ya (entre varios objetos dejados en testamento) en un doc. latino de Cataluña de 1082 (Cartulario de Sant Cugat II, 371).