BAÚL, del fr. ant. bahur (mod. bahut) íd., de origen incierto, quizá onomatopéyico.
1.ª doc.: 1475, Guillén de Segovia, p. 66b (Nougué, BHisp. LXVII); 1570, C. de las Casas; 1613, Cervantes; también en Tirso (Cuervo, Obr. Inéd., 255); la variante baur, con referencia a un cofre de cuero, se halla ya en Sevilla en 1527.
En francés antiguo el vocablo aparece desde el S. XII o XIII, en las formas
bahut,
baiul,
bahur, etc. (sobre todo
bahut). El vocablo existe también en oc.
bahut1, cat.
baül [1614] o
bagul [
baüt en 1461], port.
bahú (antic.
bahul)
2, it.
baùle [1616]. La terminación vacilante de las formas dialectales italianas (sic.
bagullu,
baùllu, calabr.
baguddu,
baùddu,
baùllu, Rohlfs,
ARom. VII, 455; corso
bàuliu,
WS XIV, 120), inspira la sospecha de extranjerismo, y es probable que tenga razón Zaccaria al creer que el it.
baùle es de origen hispánico, en vista de su frecuencia en autores españolizantes del S. XVII. Pero la gran diferencia cronológica entre la aparición del vocablo en España y en Francia, y el hecho de que en las lenguas iberorrománicas aparezca primero en el Este que en Centro, y en el Centro que en el Oeste, hacen creer que el cast.
baúl procede del francés, como asegura una de nuestras autoridades más antiguas, Covarr. Siendo esto así, no hay que pensar en un hipotético origen arábigo, como sospecha Rohlfs (
Litbl. XLVII, 358), pues la existencia en Sicilia puede ser secundaria y los datos cronológicos, semánticos y geográficos son muy diferentes del caso de
ataúd. La fonética se opone a la idea de Wartburg (
FEW I, 301) de relacionar con el latín de glosas
bacapulum ‘féretro’ (una vez
bacaulum, que sólo podía dar
*ba(
y)
ol en francés); nótese además que la ac. ‘féretro’ en
baúl es peculiar del catalán, y en este idioma es menos antigua [1735] que la otra, y agregúese que según la opinión verosímil de Ernout-M.
bacapulum no es más que
baiulus ‘enterrador’ y
capulum ‘féretro’ combinados artificialmente por un glosador. Quizá tenga razón Sainéan,
Sources Indig. I, 371, al sugerir que
bahut sale del verbo francés dialectal, de origen onomatopéyico,
bahuter,
bahurer,
bahuler, en el sentido de ‘hacer ruido’, por alusión al cierre ruidoso de la tapa. Según Bloch
bahuter ‘meter ruido’ es voz popular que no aparece antes de 1633 y hoy significa más bien ‘sacudir (como un baúl)’, comp.
faire comme les bahutiers ‘hacer mucho ruido y poco trabajo’ que Wartburg cita de Oudin, y explica por las muchas vueltas que deben darse al baúl para clavetearlo por todos lados
3.
Es verosímil que en último término se trate de una onomatopeya.
DERIV.
Embaular ‘poner dentro del baúl’ (Aut.), ‘comer abundantemente’ (Cervantes, 1605), derivado de baúl en la ac. figurada ‘vientre’, que ya atestigua Covarrubias; vid. Cuervo, Dicc. (Bol. C. y C. II, 505-6).
1 No se halla en la Edad Media. El hapax bauc de las Leys d’Amors rima en àuc y por lo tanto tiene que ser otra cosa, como ya observa Levy, por otras razones. Hoy Mistral da bahut, Vayssier bohut (por lo tanto con -t pronunciada; ya en Peyrot, S. XVIII), Palay bahutch, bahuth (cuyo final corresponde a -ȢLL’ más que a -ȢT’).― ↩
2 No conozco testimonios anteriores a Moraes, S. XVIII.― ↩
3 El mismo diccionario sólo conoce como acs. dialectales de bahuter «malmener, bousculer» y análogas (que explica del mismo modo) y «badiner». ↩