ATÚN, del ár. tûn (o tunn), procedente del lat. thŭnnus y éste del gr. Ȏύννος íd.
Véase la documentación reunida por Cej. VIII, § 127, y por Simonet (553) sobre la extensión del vocablo árabe en España (PAlc.) y en el árabe africano y oriental. Mas aun si el ár.
tûn es de origen europeo, no puede dudarse de que en cast. el vocablo viene del árabe, pues de no ser así no podríamos explicar la
a- ni la conservación de la
Ŭ como
ú ni la pérdida de la -
U final. Recordando la gran importancia de las almadrabas y de la pesca del atún en la costa andaluza del Atlántico, no podremos extrañar esta procedencia del cast.
atún y el port.
atum. Como forma puramente romance se empleó en la Península
*THŬNNզNA, que al principio designaría el atún joven o albacora, como hoy el port.
toninha,
toninho, pero que también significó ‘atún’ en general (para el gall.
toñina ‘atún pequeño’ y and.
tonina1 ‘delfín’, vid. Sarm.
CaG. 82
v y pp. 199-200): de aquí cat.
tonyina, santand.
tonino, cast. ant.
toñina (en Nola,
Libro de Cocina, a. 1525, que contiene catalanismos; cita en
DHist., s. v.), ár. marroq.
ƫunîna (Lerchundi); arg.
tonina significa ‘delfín’; también significará ‘delfín’ en el castellano de las Vascongadas, pues Azkue emplea
tonino como equivalente del francés
dauphin, s. v.
ezpalarta. De ahí
tollina cast., salm. y ast. («zurra, castigo de golpes» R), que en Cespedosa toma la forma semiculta o aportuguesada
tolina (
RFE XV, 151), ast. y gall.
tolena íd. (Canellada, Álvz. Giménez, 45) (quizá contaminado por algún sinónimo con
é, tal vez
marimorena ‘camorra’
Aut.): es sabido que los atunes son rematados a golpes (vid.
ALMADRABA y su etimología), luego se trata de una variante de
tonina,
toñina, con disimilación, idea confirmada por el cat.
tonyina ‘atún’ y ‘paliza’ y el arag.
toñina.