ARTÍCULO, tomado del lat. artĭcŭlus ‘articulación (de los huesos, etc.)’, ‘miembro o división’ diminutivo de artus, -ūs, íd.
1.ª doc.: artíqolo, 965; artículo, Alex.
El gall. nortello ‘nudo de los dedos’, ‘tobillo’, viene del mismo vocablo, con influjo de una palabra céltica órdiga ‘dedo’, el mismo que ha alterado el fr. orteil; últimamente se ha dudado de este cruce sin mucho fundamento, pero lo confirma mucho su aparición en otra zona de fuerte substrato céltico. La n- debe de ser aglutinación de la del artículo indefinido. Desde el punto de vista céltico hay base firme, pues ordigas, glosado con la palabra alto-alemana que significa ‘dedos de los pies’ (zaehum) figura en las glosas de Cassel (n.° 35), una de las raras fuentes que nos informan del vocabulario galo; además, hay al menos una glosa del irlandés antiguo que explica orddu lámae, es el lat. pollex ‘pulgar’1: es propiamente ‘martillo o mazuela de la mano’ y es traducción muy exacta del lat. malleolus (hueso del tobillo) que propiamente significa ‘mazuela, martillito’. Ahora bien, el tipo ordo- en su sentido propio ‘martillo’ es común a todas las lenguas célticas: irl., corn. ant. y ky. ant. ord, bret. orz (Holder II, 870; Pedersen, Vgl. Gramm. I, 114; Stokes-B. 52); Horst Schmitt, p. 252, Holder, y creo que todos están de acuerdo en aceptar que ordo- ‘martillo’ existía ya en el celta británico desde el principio de la era cristiana y con él se formó el nombre de la tribu británica de los Ordovices de que nos hablan largamente Tácito, Tolomeo e inscripciones de fecha romana, nombre que significa ‘los que combaten con mazas o luchan como martillos’; parece haber algún representante de Ordon- en la propia toponimia prerromana del Norte y aun del Sur de Francia (Ordon, Ourdon Ordonac) y no sería idea descaminada atribuir tal origen céltico al cast. Ordoño. Mi escasa erudición céltica no me permite asegurar nada acerca de si ORDO- es indoeuropeo ni de cómo se explica (provisionalmente remito a Pedersen, Vgl. Gramm. I, 114; cf. Thurneysen, ThLL s. v. artus); y en cuanto a si puede haber relación con la raíz indoeuropea del ital. ordo, ordiri, a base de la idea de ‘articulación, adaptación’ es posibilidad tan vaga y problemática como esta etimología que se suele atribuir a las voces latinas.
En lo referente al gallego, los datos que tenemos de nortello no son desfavorables a la antigüedad del vocablo: las mismas fuentes que nos indican artello dan también nortello, que por lo visto tendrían área o matiz distinto. Ni el uno ni el otro están en el CaG. de Sarm., pero sí ya ambos en F. J. Rodríguez, Irm. Fal. y los dices, posteriores; Vall. da nortellos ‘artejos de los dedos’ y ‘tobillo, huesos que sobresalen al extremo de la pierna’, y un informante técnico del apéndice de Eladio Rdz. define con precisión ‘maléolo’ localizándolo en Dodro, aguas abajo de Santiago. Sugería GdD (Contr. 55) que nortello fuese debido a un cruce de artello con nudillo o su equivalencia gallega, pero la idea no convence: 1.°, porque nudillo se aplica en castellano a los dedos de la mano, en ninguna parte al ‘maléolo’ o el ‘tobillo’; 2.°, porque ese vocablo no tiene equivalencia en gallego ni en portugués, donde sólo existe nó ‘nudo’ y novelo es ‘ovillo’ GLOBELLUM, mientras que ‘nudillo’ se dice cotovelo o cotelo o coteno en Galicia; es cierto que parece haber un nocello, pero es voz mal documentada: no Sarm., Vall., Lugrís, Irm. Fal., Crespo Pozo, sólo Eladio Rdz. y anunciado por el DAcG. s. v. artejo; éste sí es verosímil que naciera de un cruce de nortello con su sinónimo tormezelo, tornozelo, para el cual vid. aquí TURMA. En fin, reconozcamos que de todos modos sería importante hallar datos antiguos de *ortello o nortello y ampliar los referentes a su extensión dialectal (o saber si algo de esto existe o ha existido en Portugal, en donde no aparece), ya que lamentablemente el apéndice a Eladio Rodríguez no indica quién garantiza su informe.
DERIV.
Articular v. [1538-9: Cortes] ‘unir, enlazar’, tomado del lat. artĭcŭlare. Articulación. Articulatorio. Articular adj. Articulista.
1 Si no me engaño, se trata de las glosas irlandesas publicadas y estudiadas por Ascoli; y fue él mismo quien sugirió la explicación del fr. orteil por ese influjo céltico, AGI X, 270; REW 687. ↩