ARTILLERÍA, del fr. artillerie íd., derivado del fr. ant. artillier ‘preparar, equipar’, anteriormente atillier, y éste probablemente del lat. vg. *APTICULARE, derivado de APTARE ‘adaptar’.
En Nebr. leemos «
artellería: machinae machinamenta;
artiller: maestro della». La terminación de esta última palabra denuncia el origen forastero, aunque ya no era entonces neologismo, pues en el bajo latín de Aragón se halla
artellerius ferrerius ‘cerrajero’ ya en el S. XIV (
RABM, IV, 1874, 111). Es posible que sirviera de intermediario el catalán, donde
artilleria ya aparece a fines de este siglo (Crónica de Pedro el Ceremonioso). En francés
artillerie se halla desde el S. XIII
2, y el verbo
atillier ya en el XII, mientras que la forma
artillier, debida a influjo de
art ‘arte’, se generaliza doscientos años más tarde.
APTICULARE se halla en el latín del glosario del Escorial (h. 1400), traducido «apropiar», es decir, ‘adaptar, adecuar’, y podemos suponer que ya existió en latín vulgar, tal como
*APPARICULARE (>
APAREJAR) se derivó ya entonces de
APPARARE. O. Bloch,
RLiR XI, 314-6. No es seguro que debiera esperarse como resultado de
APTICULARE un
*ateillier, tal como hay
appareillier, pues en el sufijo
-ICUL- alternan caprichosamente la
զ y la
է (cast.
-ejo e
-ijo), y
TէLIA ha dado
tille junto a
teille en francés. Otras etimologías anteriores deben descartarse (
FEW I, 148; Gamillscheg,
ZRPh. XLIII, 537; Spitzer,
Bull.
Ling. VI, 231ss., rectificado en
MLN LIII, 126).