ARRULLAR, ‘emitir el palomo o tórtolo su voz natural’, ‘adormecer al niño meciéndole o cantándole algo’, onomatopeya.
1.ª doc.: 1475, Guillén de Segovia, p. 53b (Nougué, BHisp. LXVII); Nebr. (ambas acs.).
En castellano se ha dicho también arrollar al niño (Salamanca y varios países de América), arrollamiento de las palomas (en J. de Pineda). De un cruce con maullar vino marrullar ‘roncar (el gato)’ usado en Extremadura y otras partes; de ahí los nombres hipocorísticos del gato morro [1734, Aut.], y quizá marusiño, nombre afectivo para ‘un gallego’ en Baroja a. 1904, morroño, morrongo; murc. morroncho ‘manso’ [Aut.]. Comp. ARROJAR.
DERIV.
Arrullo. Rolla ‘tórtola’ en Zamora y Occidente de Asturias, rulleta en la Litera, gall. rula (Sarmiento, BRAE XVI, 255; RL VII, 226), port. rôla. Rolla ‘niñera’ en todas las provincias leonesas y en Colombia, rollera en Burgos y Soria, rollona como familiar en la Acad. (niño de la rollona, ya en Aut.), derivados de arrullar (-ro-) en el sentido de ‘mecer al niño’. Marrullero ‘astuto, cauteloso’ [Aut.], marrullería ‘astucia, cautela’ [1613: Cervantes], marrulla ‘marrullería’ [falta aún Acad. 1884], derivados de marrullar (V. arriba) por la astucia que se atribuye comúnmente al gato.
1 Arrolar ‘adormecer’ ya en Jorge Cardoso, a. 1570.― ↩
2 Gall. rula ‘tórtola’ (Sarm. CaG 91r; «envexas, miña rula» ‘queridita, paloma mía’, Castelao 284.3); de donde rular ‘halagar, arrullar con halagos’ («Cómo te deixaches rular por un pito cairo! Ai de ti, se non te coutas! », Castelao 279.21, 229.5). El significado de ‘mecer, cantar para acallar a un niñito’ (con sus derivaciones poéticas) se halla en gallego con vocalismo o: «arrolou-na o queixume dos bosques», «o albre... é un arrolador do esprito, porque nas suas ponlas conta contos o vento», Castelao 265.5, 254.28.― ↩
3 Cita J. Leite de V.: «Oh meu menino, ru ru, / Cantam os Anjos, dormirás tu».― ↩
4 También aquí buscan M-L. y Gamillscheg una etimología no onomatopéyica, lat. RAUCUS, y para ello se ven obligados a admitir que es provenzalismo en francés. Pero la ou (no au) de oc. roucoulà les desmiente. La r característica del arrullo sugirió justamente el epíteto virgiliano raucae palumbes. Y de la idea del «roulement» de la r, como dicen los franceses, viene la frase andaluza hacer el carretón citada por M. P. Hay prejuicio arraigado e infundado contra las etimologías onomatopéyicas. Véanse onomatopeyas emparentadas en Sainéan, BhZRPh. I, 11. ↩