ARRANCAR, origen incierto; quizá el significado antiguo ‘desbandar, vencer’ fué el primitivo, y partiendo de una variante arcaica *esrancar (gall. ant. derrancar, cat. arrencar), sería derivado del cat. ant. renc o del fr. ant. ranc (ambos ‘hilera de tropa’ y procedentes del germ. HRING), que pasaría del sentido de ‘romper las hileras’ a ‘desbandar’, ‘separar’ y finalmente ‘desarraigar’.
1.ª doc.: 1098, doc. de Huesca (M. P., Oríg., 381)1.
Desde el punto de vista semántico, merece comentario la ac. ‘vencer’, por su gran extensión en fecha antigua. Es la que aparece en el doc. más arcaico, y sale además en el Cid, en los Anales Toledanos (F. Guerra, Fuero de Avilés, glos., s. v.), en el Cronicón Villarense (BRAE VI, 208, 212), en el Alex., en J. Ruiz y en otros textos (vid. M. P., Cid, s. v.; DHist.; Cuervo); de ahí también ‘vencer en juicio’ en el Fuero de Avilés (82), arrancada ‘afligida’ en la Crónica Troyana en gall. del S. XIV (I, 144.20); la ac. moderna sale ya también en el Cid y en Berceo, y como indica M. P., aquélla podría resultar de una elipsis de la expresión arrancar del campo. Sin embargo es fuerza reconocer que la probabilidad de esta elipsis está lejos de ser evidente, y que la explicación etimológica por cruce de ERADICARE con ERUNCARE suscita también fuertes dudas. Así hay que estudiar si sería posible tomar la ac. ‘vencer’ como originaria, a base de otra etimología, para la que quizá no sea en vano llamar la atención hacia lo mucho que urge un mayor estudio histórico de palabra tan importante. Nótese que arrancada ‘vicaria’ ya está en los Anales Complutenses, con referencia a 1015 (Gz. Moreno, Anales Castellanos, Disc. de Ingreso en la Acad. de la Hist., 1917, p. 26). Ahora bien, en la Crónica Troyana en gallego del S. XIV es voz frecuente y característica derrancarse para ‘romper filas, desbandarse’: «parou mentes el Rey... que prendia moy gran dapno et que o receberia mayor... ca sua gente derrancávasse sen recado et moy sandiament et non prendia de ssy garda, et por ende morrian todos» (I, 99.1), «collia a ssy suas conpañas moyto am?ude, et non os leixava derrancar» (I, 217.12), etc. La misma forma reaparece en el ms. aragonés del Alex. («Agamenón... derrancó dos hermanos» 6136, donde O trae derrocó). El caso es que esto mismo se dice en dicha crónica derranjarse (I, 315.1, 315.28, 201.23, 102.31, 233.15; -ado I, 117.18), del fr. se déranger, derivado de rang ‘fila’, y que las Sumas de Leomarte traen derranchadamente en el pasaje donde la Crónica Troyana dice vozes estra[n]yas e derrancadas ‘confusas’ (II, 170.2). Sería perfectamente concebible que el cat. y el oc. hubiesen derivado de la forma renc, que corresponde a rang en estos idiomas, un verbo paralelo *desrencar o *esrencar, pronto cambiado en arrencar, y que éste hubiese pasado de ‘desbandar’ a ‘derrotar’. La forma desrancar o derrancar se halla en oc. ant. con el sentido de «arracher», hoy Pézénas derancà íd. (Litbl. XXI, 184); derrancar ‘acometer (a un enemigo)’ se encuentra en Alonso de Cartagena († 1457, anticuado según Aut.), y según Berganza hubo un cast. arcaico desrancar que él define «desalojar y arrojar del alojamiento» (glosario de sus Antigüedades de España), comp. oc. ant. desrengament «attaque, élan». El cambio de esrencar, errencar, en arrencar no presentaría la menor dificultad fonética, y junto a arrencar existiría arrancar, sea por asimilación vocálica, sea por influjo del fr. ant. ranc, influjo natural en una palabra de sentido militar; del galicismo ranc, hoy usual en oc. y cat., hay ya ejs. de alguna antigüedad y puede ser mucho más antiguo. Realmente la forma arrencar, hoy predominante en Cataluña, es ya frecuentísima y muy antigua en catalán medieval: Costumbres de Tortosa (ed. Oliver, pp. 125, 137), ms. luliano de med. S. XIV (Galmés en Estudis Romànics, ed. Aramon, I, 88), Llibre de Daniel (v. 601), etc., V. otros en Ag.; el presente arrenca se documenta en el Llibre de Daniel (S. XIV), vv. 632, 696, en la Manescalia publ. p. Batllori (AORBB V, 208), etc. (verdad es que también hay casos medievales de arrancar, como en los Ordenaments de Perpiñán, de 1284, RLR IV, 513). En una palabra, estaríamos ante un término militar tomado por el cast. y el port. del cat. y el oc. Por otra parte, de la idea de ‘sacar de las filas’ se habría pasado a ‘separar’ y ‘arrancar’ en general, comp. oc. ant. arrancar «séparer, détacher» (Levy). En conclusión, esta idea no es inverosímil ni mucho menos, y si bien es verdad que sorprende no encontrar ejs. catalanes ni occitanos de la ac. ‘derrotar’, esta objeción está lejos de ser decisiva7. Sea como quiera, habrá que estudiar esta sugestión muy detenidamente8.
DERIV.
Arrancada. Arrancado. Arranque. Derrancar ‘acometer (a un enemigo)’ (Aut. cita ej. de A. de Cartagena, † 1457 y califica de anticuado). Rancajo ‘astilla que se clava en la carne’ [S. XIV, Montería de Alf. XI, Aut.; Cej. V, § 37]; rancajado [Aut.]; rancajada ‘acción de desarraigar plantas o maltratarlas’ [S. XIV, íd.].
CPT.
Arrancapinos. Arrancasiega.
1 Du C. trae otros ejs. de fecha antigua (s. v. arancare, arrancare, arrencare). Cuervo, Dicc. I, 618-24, cita los Anales Complutenses en pasaje referente a 1068, y escrito en fecha poco posterior. Cej. V, § 37.― ↩
2 Hoy es del Languedoc, en sentido amplio, Alta Auvernia y además Condado de Niza. (ALF, 59.) De los tres ejs. antiguos, dos son del Languedoc (P. Vidal; Jaufré) y el otro no se puede localizar. Comp. marchigiano (a)rangò ‘robar’, metaurense (a)ranchè ‘desmenuzar un terreno duro para cultivarlo’. Es incierta la idea de Neumann-Spallart, BhZRPh. XI, 57, de que estas acs. y la italiana literaria puedan venir de la idea central de ‘sacar’.― ↩
3 Por una conversación que con él tuve en 1930 sé que por entonces había descartado del todo la etimología germánica, pero no parecía ya muy afirmativo en su hipótesis céltica, y de hecho en la 3.ª ed. del REW borró el artículo WRANKJAN, pero no lo sustituyó por nada. Rancar existió en cast., aunque era raro: está en el Cronicón Villarense y Aut. cita ej. del Tostado (med. S. XV); V. abajo rancajo.― ↩
4 Del lat. RŬNCA, del cual deriva ERUNCARE, sale it. ronca ‘podadera’, de donde el cast. ronca ‘especie de partesana’ [Acad. 1843].― ↩
5 Con variante arraigar.― ↩
6 Ya aparece en el glos. del S. XIV traduciendo avello (RPhCal. VI, 76, § 279), en los Padres de Mérida, y hoy la hallamos en gallego (Vall., Lugrís Freire; Lugrís; Castelao 144.17), en el Miño portugués (Leite, l. c.), en la Beira (RL V, 171) y en el Alentejo (junto a arrencar: RL IV, 234, 241). En el dominio castellano, arrincar es asturiano (V, R), berciano, murciano y de otras partes (G. Rey, G. Soriano). Antiguamente se halla en el Libro de las Aves de Caça de López de Ayala (Biblióf. Esp. V, 102), en el Arte Cisoria de Villena (Glos.), en las Leyes de Moros de Castilla (S. XIV: Memor. Hist. Esp. V, 180), en APal. 2d, 38b, 105b, etc., y en otros textos, particularmente aragoneses (Fuero de Teruel, cit. por Tilander, p. 450; los Evangelios y Epístolas del S. XV: BDR I, 123; trad. del De Claris Mulieribus de Boccaccio, Zaragoza 1494, fol. 39r: «arrincó la spada» (que presenta también la variante rancar, fol. 19r); etc.); rincar en el Libro de los Cavallos leonés del S. XIII (83.28); arrincada en los Bocados de Oro del S. XIII (según DHist.); Valle de Arán arringà. Claro que por lo menos en parte estas formas pueden resultar de arrancar por el mismo proceso fonético que cambió, sin influjo externo alguno, rancón en RINCÓN; ésta tendría que ser la explicación de arrencar (en la Estoria del Rey Anemur: RF VII, 370.20; y en el Cuento de Otas, f° 56r°), rencar (Fueros de Aragón: Tilander, § 145.1, y p. 7). Pero V. más abajo. Para la antigüedad y extensión de la forma arrencar, nótese que arrienquen ya aparece h. 1300 en la trad. castellana de Abenbasal (p. 375), donde también se lee arrinquen, p. 387, y arranquen, p. 398 (Al-And. XIII).― ↩
7 Tenemos demasiada tendencia a creer que la historia de las lenguas romances comienza en la época en que los textos empiezan a encontrarse abundantemente en todas partes, esto es, hacia el S. XIII. Pero entonces el romance llevaba ya muchos siglos de existencia y arrancar pudo ser una palabra ya bastante antigua en este momento: su ac. bélica pudo haberse anticuado ya en el Sur de Francia y en Cataluña, sobre todo en el uso literario; hoy sabemos que una koiné occitana existía hasta cierto punto desde princ. S. XI.― ↩
8 La extensión histórica y dialectal de arrancare en Italia tiene gran importancia para nuestro problema. Rancar «svellere, estirpare, cavare», «prender con vivezza», etc., se encuentra en muchas hablas del Piamonte, Liguria y mitad occidental de la Emilia y Lombardía, hasta Reggio, Parma, Piacenza, Pavía y Milán, inclusive (Ferrari, Malaspina, Gambini, etc.), pero ya no en Bolonia, Brescia, Romagna, etc. En el Sur aparece en Calabria y Tarento (vid. Battisti-Alessio); el vocabulario napolitano de los Filopatridi sólo cita ejemplos literarios y reconoce el origen español. El siciliano de Traina copia las definiciones literarias, y como propios da sólo algunos derivados (arrancata). En la lengua literaria parece haber confusión con arrancare ‘andar ranqueando’, que vendrá realmente de ranco, como dice ahora M-L. (REW3 7044). El significado marino «mettere tutta la forza nel vogare», propiamente ‘zarpar, partir una nave’, ya documentado en Pantera, será hispanismo. Arrancarsi lo spirito «sentirsi strappare il cuore» está ya en la traducción italiana de Guido delle Colonne, según Tommaseo, que se funda en una colección de Rimas de poetas antiguos extractada de un ms. de Pier del Nero: imposible localizar ni fechar ese texto. Hay también dirancare en otro poeta de la misma colección. Battisti y Alessio concluyen que hay dos palabras diferentes: arrancare ‘ranquear’ y (ar)rancare ‘extirpar’, aquél del germánico, éste provenzalismo, dada su extensión geográfica, lo cual parece bastante razonable. En Calabria, Tarento y Cerdeña será hispanismo. Algún ej. medieval puede ser ya provenzalismo, como el de los estatutos de Carpeneto, citado por Ferraro (monferr.), del a. 1458, y el genovés de arancare que cita Rossi (Misc. di Storia d’Italia XLIV, 212). Comp. además nota 2. En cuanto a la ac. literaria it., hoy anticuada, ‘partir velozmente’, documentada en abundancia desde Pulci (S. XV), desde luego no puede salir de la idea de ‘ranquear’, como se ha venido repitiendo, sino que será probablemente provenzalismo épico, extraído de la frase oc. y cat. arrancar a córrer ‘echar a correr’, hoy prov. s’arrancà (Mistral). La ac. «ghermire, afferrare», frecuente en muchas hablas del Norte de Italia, se ha extraído de frases como arrancare la spada, il coltello; la semejanza con el it. dial. brancare, sinónimo de esta ac., sería lo que sugeriría a M-L. la idea de relacionar con la raíz indoeur. WRANKA ‘mano, garra’, pero esta semejanza es meramente casual. Arrancare según Diez se halla ya en un poeta italiano arcaico, lo cual convendría precisar, pero es ajeno al vocabulario de Dante, a las rimas del Petrarca y a otros varios glosarios arcaicos italianos que he consultado. ↩