ARPA, ‘instrumento músico’, del fr. harpe id, y éste del fráncico HARPArastrillo’, ‘arpa’ (alem. harfe, ags. hearpe).

1.ª doc.: farpa, Alex. P, 1525b1

Gamillscheg, R. G. I, p. 197. Cej. V, § 48. La aspiración inicial indica que el vocablo hubo de tomarse del francés antiguo y no heredarse del gótico, donde no está documentado; el lat. tardío harpa (S. V) puede venir del germánico occidental. El significado originario en germánico fué el de ‘instrumento curvo o que se toca con los dedos curvos’ (como el arpa), de donde oc. ant. arpa ‘rastrillo’, fr. harpe ‘garra’, harper ‘agarrar.’, ‘desgarrar’.

DERIV.

Arpar ‘arañar’, ‘desgarrar’ [h. 1300, Gr. Conq. de Ultr.], del fr. harper citado arriba; ha de ser galicismo antiguo y no germanismo autóctono en vista de la h- aspirada antigua (así en el P. Las Casas, y V. HARAPO). Arpado ‘de canto armonioso’ (derivado de arpa), ‘que remata en dientecillos’ (de arpar). Arpador ‘arpista’ [Nebr.]. Arpegio, del it. arpeggio, derivado de arpeggiare ‘tocar el arpa’. Arpella, ‘cierta ave rapaz’ [med. S. XVII, Espinar, Arte de Ballestería], es antiguo término de cetrería tomado del cat. arpella íd. (donde el vocablo y sus derivados tienen mayor difusión que en castellano, vid. Alcover), diminutivo de arpa ‘garra’, del mismo origen que el fr. harpe (comp. arpa ‘buitre’ como voz latina en el glosario anglosajón de Epinal: Barbier, RDR II, 183-4): improbable que salga del gr. şρπƓ ‘hoz’, ‘especie de halcón’, pasando por el napol. arpeglia (según admite el REW 4058), pues -eglia no es sufijo napolitano y tanto esta voz como el sic. arpigghia son también catalanismos de los siglos de dominación catalana en las Dos Sicilias. Arpeo ‘garfio para el abordaje’ [1620] del fr. antic. harpeau íd. (Littré), diminutivo de harpe. Arpista. Arpón [1295-1317: Mem. de Fernando IV; ha-, 1519, Woodbr.], del fr. harpon, diminutivo de harpe ‘garra’; arponado; arponero.

De ahí probablemente el mozárabe granadino apório «garrocha» (PAlc. 261.9) ‘banderilla de toreo’, quizá por conducto de un verbo *arponiar, -near. No creo que se trate, como quiere Simonet, 18, de una palabra appodium que sólo aparece en un documento en bajo latín del Norte de Francia, año 1391, en un sentido como ‘bastón, porra’, y que no es más que un disfraz latino del appui ‘apoyo’. Al cambio de *arponio en *apório contribuiría mucho la fluctuación fonético-morfológica que se observa en tantas palabras arabizantes o de aspecto seudo-arábigo entre al-, ar- y a-, como argolla, arguello, argamula, argavieso, por otra parte aljamía, almidón, almirante, almuerza, -zo y análogas, en fin argolfa ~ angolfa, aljub ~ arjub ~ ajub, almoraduj ~ amoradux, alpende ~ apèns, etc.2. Pero hay, por otra parte, en el propio PAlc. una curiosa variante de forma y de sentido: lapório «unicornio, animal» (432a22). Se comprende fácilmente la identificación del rinoceronte o del unicornio fabuloso con un toro con la garrocha hincada y erecta junto a la cabeza. Es sabido por el mall. alicorn ‘quimera’ ‘vestiglo fabuloso de los cuentos de hadas’ y por el port. alicórnio, fr. licorne, it. alicorno, y demás formas romances, el gran papel desempeñado por el unicornio en la etnografía y el folklore, en todas partes con la disimilación de -UN en (a)l-. Tenemos que suponer, pues, que en mozárabe hubo una superposición y confusión de las dos palabras parónimas *arpónio y lecórnio ‘unicornio’ de la cual resultaron las formas mixtas apório ~ lapório.

1 Pero arba en O. La forma con f- se halla también en el Poema de Alfonso XI, 409d; en el Canc. de Baena, p. 204, etc. Claro que corresponde a una pronunciación harpa con h aspirada, como escribe Nebr., comp. la harpa (no el arpa) en La Ilustre Fregona (ed. Cl. C., p. 247).―

2 Compárese, además, el valenciano argoleja ~ angoleja ‘terreno de aluvión junto a un río’ muy empleado en la Ribera del Júcar y comarcas Játiva-Gandía, procedente de un mozárabe *agualeja, *agualejar, derivado de AQUA y AQUALIS.