ARLEQUÍN, ‘personaje cómico de la antigua comedia italiana’, ‘maniquí’, ‘chisgarabís’, del it. arlecchino y éste probablemente del fr. ant. Herlequin, Hellequin, en la frase mesnie Herlequin ‘estantigua, procesión de diablos’, de origen incierto.
Es probable que las formas castellanas que significan ‘maniquí’ y ‘chisgarabís’ procedan directamente de Francia. De
arnequín (pasando por
*arnenquín, comp.
Ferrando,
carrastuliendas,
esparrancar) proceden las formas hispanoamericanas
arrenquín (Chile, Cuba),
arrinquín (Perú),
arriquín (Honduras, Guatemala), con el significado de ‘chisgarabís, persona insignificante que acompaña a otra divirtiéndola’, ‘niño que sirve de mozo a los arrieros’, Canarias
arranclín ‘pobre diablo’, and.
arrentín ‘recuero’, ast.
llevar al rinquín ‘llevar a uno sentado encima de los brazos de dos personas cogidas de las manos’: Corominas,
RFH VI, 166. Agregúese
a anequín [Acad. ya 1884] ‘a razón de un tanto por cada res que se ha de esquilar’,
fanequí (oficial) en doc. mozárabe de 1216 (Oelschl.). Esto prueba que la forma
arnequín recogida por Covarrubias era auténtica y no sugerida por su falsa etimología griega, y efectivamente en Normandía reaparece
hennequin «enfant turbulent, petit diable». No es posible entrar aquí en la intrincada cuestión de la etimología del fr. ant.
Herlequin, acerca de la cual indiqué bibliografía en mi artículo citado; debe agregarse la nueva y sugestiva idea de Kemp Malone (
English Studies XVII, 1935, p. 140; comp. Spitzer,
Studies in Philology, North Carolina, XLI, 1944, 522), según el cual vendría del ags.
Herla King ‘el rey Herla’, otro nombre de Wodan, el Júpiter germánico; esto supondría que la forma
arnequín, resulta de una dilación consonántica de tipo poco
frecuente, mientras que sería originaria si la forma primitiva fuese
Hernequin, como admitieron G. Raynaud y otros. Comp.
ARLOTE. Más acerca del vocablo en romance, Krogmann,
VKR XIII, 141-161. En germánico, Flasdieck,
Anglia LXI, 1937, 225-340.