ARANDELA, nombre de varias piezas en forma de anillo o corona que se emplean en las lanzas, candeleros, espuelas, máquinas, etc.; seguramente del fr. rondelle, que designa varias piezas semejantes, diminutivo de rond ‘redondo’, procedente del lat. ROTUNDUS íd.
1.ª doc.: h. 1500, Nicolás Núñez en el Canc. de Castillo, I, 611. Está también en el Passo Honroso de J. de Pineda (adaptación muy libre, escrita en 1588, de un original de 1434): «a las veinte e una carrera, se encontraron ambos en las arandelas [de las lanzas]» (23 [ed. 1783, 19b]).
Del mismo origen es el port.
arandela, que ya se halla a med. S. XVI (Juan de Barros). El sufijo
-ela sería favorable a un origen portugués, pero si fuese derivado de
ARO faltaría explicar el elemento
-and-. Probablemente los españoles al oír a los franceses
la rondelle, entenderían
l’arondelle guiados por la semejanza con
ARO y
arito. El cambio de la
o francesa en
a se explica por el efecto de timbre impreciso que producen las vocales nasales francesas a un extranjero, comp. la adaptación del fr.
chanfrein como
CHAFLÁN 2.
Entre otros objetos designa
rondelle, además de un ‘escudo pequeño y redondo’, y de una ‘espada de guarnición redonda’, una ‘placa circular que se pone debajo de las roscas para repartir la presión en una superficie mayor’ y un ‘anillo de goma para cerrar el paraguas’, objetos que también podrían llamarse
arandela en castellano. Es probable esta etimología de la Acad. (1884). Será secundaria la ac. de
arandelas ‘adornos salientes en traje de mujer’ que Hz. Ureña (
BDHA V, 58) señala en Cristóbal de Castillejo y en el habla de Santo Domingo, y que es también usual en la Mancha (Navarro Tomás,
El Esp.
en P.
R., 211).
1 Además de las autoridades citadas por el DHist., vid. Rosas de Oquendo (fin del S. XVI), en RFE IV, 342; Cej. V, § 85.― ↩
2 En el Ecuador se dice redondela de «toda cosa u objeto circular, y a veces también a objetos esféricos» (Lemos, Semánt., s. v.). ↩