F. R. de C.,
RABM, 1871, I, 319; Manterola,
Canc.
Basco, 1880, p. 348. Primitivamente designó el lugar donde se reunían las brujas, después la propia reunión. Comp.
JORGUÍN ‘brujo’, también de origen vasco. V. además nota de 6 págs. de Barandiarán en la
Festschrift Giese (Hamburgo, 1972).
Estar en Aquer larre aparece en un texto vasco de 1686, Michelena,
Textos Arc. p. 166.