APLACAR, derivado culto del lat. placare íd.
Sarm. recogió en Galicia «
abracar por
aplacar» (
CaG 223
r)
2: es su modo habitual de sugerir que lo uno viene de lo otro, idea poco plausible, por no ser aceptable en fonética normal, a no ser que actuara la contaminación o cruce de algún parasinónimo, cf.
abracar y
abrancar ‘abarcar’ en zonas del Este de Lugo (Apéndice a Eladio Rdz.): luego cruce con
abracar por
ABARCAR. Tampoco esto es bien convincente, tanto menos cuanto que existe un cat. dial.
balcar precisamente en este sentido (mall. y men. ‘remitirse, aflojar’, ‘disminuir’, del cual se cita ya un ejemplo continental en el S. XV, etc., dicc. Ag. y DAlcM.) y un altoit.
balcar ‘cesar, disminuir’ (piam., lomb., emil.), eng.
abalcher ‘tranquilizar’. Seguramente todo esto es prerromano; cf.
REW 6555, que no se atreve a sugerirlo, pero rechaza ya la etim.
PLACARE (en el n.° 909 se baraja algo de esto con una mayoría de cosas heterogéneas); no tengo mucha duda de que ahí tenemos algo prerromano, tal vez sorotáptico, o más bien céltico, puesto que una raíz célt.
BAL- ‘morir’ o ‘enfermar’ está ampliamente documentada en las lenguas insulares: irl. ant.
at-baill ‘él se muere’, ky. (
a)
ballu ‘morir’, córn.
bal ‘peste’, cf. Vendryes,
RCelt. XL, 433ss.; Pedersen,
VglGr. II, 459; Pok.
IEW, 471; Brüch,
Bibl. Arch. Rom. III, 27; como además se trata de una raíz indoeuropea asegurada por exactas correspondencias germánicas y armenias, y por otras más vagas o algo inciertas en baltoeslavo, griego, germánico y aun itálico, parece aceptable partir de un célt.
BAL-K- (o
AT-BALK- o
BALO-KA), con trivial ampliación consonántica de la misma raíz. Que en Galicia pasara esto fonéticamente a
ATBLAK- no sería tropiezo grave, además de que cabe la posibilidad de una variante fonética o apofónica en la base prerromana (las formas celto-insulares suponen
gȮྐ-n y una evolución de
gȮl(ə) en
bla sería posible) y la de una contaminación posterior.