ANCORCA, ‘ocre, tierra amarilla empleada en pintura’, origen incierto, quizá descendiente mozárabe del lat. CROCUSazafrán’.

1.ª doc.: 1680.

También cat. antic, ancorca [1455: Alcover]1. Quizá de un hispanoárabe al-*qúrqa, que en este lenguaje sería alteración normal de CR֊CUS ‘azafrán’. Sabemos, en efecto, que éste se conservó en mozárabe con el sentido originario: qrûqo en Abenbuclárix y Abentarif, alcroco APal. (Simonet), y vid. CAROCA. Es sabido que CROCUS tomó el sentido de ‘amarillo’ en el cat. groc y en otros romances (REW 2337).

DERIV.

Ancorque [Lope].

1 Por el texto del pasaje allí citado parece que se trataba de una sustancia vegetal, concretamente unas raíces redondas y largas de gusto amargo. Esto recuerda el lat. anchusa (V. artículo siguiente), cuya raíz se emplea como colorante, si bien rojo; pero así no puede explicarse la terminación. Se recomienda allí que no esté carcomida (corcada). Si esta propensión a estar carcomida fuese habitual, podría pensarse en un derivado catalán de corcar, con pronunciación oriental de e- como a-.