ALTOZANO, ‘plazuela ante la puerta de un edificio, esp. atrio de una iglesia’, ‘el lugar elevado donde solían edificarse las iglesias’, ‘elevación de poca altura en un terreno’, del antiguo anteuzano y éste derivado de UZO ‘puerta’ (lat. OSTIUM íd.) con prefijo ante-, en el sentido de ‘lo que está ante la puerta’.

1.ª doc.: antuzano, 962; ante uçano, 1029; altozano, 1493.

Cuervo, Ap., § 523; M. P., Rom. XXIX, 336-7; Oríg., 313-4. En la lengua literaria las dos primeras acs. están anticuadas, pero no sucede así regionalmente. Terr. dice que en la Montaña y en las Encartaciones de Vizcaya antuzano es ‘plazuela delante de una casa y perteneciente a ella’; Azkue (Supl. a Azkue2) define ateraterbi «antusano de chozas» y lo localiza en el Salazar, pero esta -s- más bien parece denunciar una forma del castellano de Vizcaya. Juan Valera emplea altozano, en Juanita la Larga, en la ac. ‘atrio de una iglesia’ (Toro, RH XLIX, 332), y este valor del vocablo sigue bien vivo en Colombia y Venezuela (Picón Febres, Libro Raro, s. v.). Como sólo tenían antuzano las iglesias, castillos y casas grandes, que por lo general se construían en lugares dominantes, y la disimilación tendía a convertir la primera n en l (la otra estaba protegida por la conciencia del sufijo -ano), pronto se identificó la palabra con el concepto de lugar alto (ya en Mariana) y se convirtió antuzano en altozano (en 1493, Repartimiento de Álora (ed. de R. Bejarano) aparece ya con esta última grafía: «en el altozano pegado al adarve»). Pero el asturiano y el catalán han conservado el vocablo en su forma y acepción primitivas, y con el tratamiento de ST? como x, propio de estos lenguajes: ast. antoxana ‘espacio situado alrededor de la casa del labrador, para ejecutar las faenas agrícolas’ (Rato), cat. antuixà ‘parte de calle frente a una casa’, ‘andén, lugar de paso junto a algo’1; también en arag. a. antuxano ‘terreno situado cerca de la casa’ Vidal Mayor 4.13.21.

1 Ya en 1155 (M. P., Oríg., 312). Es palabra del Sur del territorio lingüístico, desde el Llobregat para allá, y anticuada hoy en gran parte de este territorio. Ejs. en Alcover. Agregúese doc. de Valls, 1339-43 (donde se vende un obrador con sus mesas, columnas et antuxanos, Est. Univ. Cat. XI, 175), y muchos del Maestrazgo, SS. XIV y XV en Bol. Soc. Castellon. Cult. XIV, 347-8; XV, 87; donde tiene una ac. especial: ‘espacio destinado a pasto delante de una cueva que sirve de majada’, y en general ‘yermos destinados a pastizal’ (García Girona señala el uso en la Sierra de Eslida, Sur de la provincia, en la forma analógica antuxars).