ALQUICEL, ‘vestidura morisca a modo de capa’, ‘tejido empleado como cubierta de bancos, mesas, etc.’, del ár. kisâȐ ‘paño de lana que tejían los beduinos’, ‘alquicel’.
1.ª doc.: alquicer, 1431-50, Díaz de Gámez1; alquicel, 1543, BHisp. LIII, 134; 1611, Covarr. Queza 1191, Col. Dipl. de Oña, 294.6.
Dozy,
Gloss., 185-6; Corominas,
BDC XXIV, 66-67; Neuvonen, 158-9, 255. Del mismo origen son probablemente el cast. ant.
queça ‘capa, manta’ (
Alex., 625
c; J. Ruiz, 1219 y 1275), junto con el gascón pirenaico
quesso (
quéssa) ‘camisa’; y el cast. ant.
quezote ‘alquicel’
2, junto con el cat. ant. y mall.
cassot ‘especie de camiseta de tela de saco empleada para trabajar’
3. Neuvonen cree que la diferencia en la posición del acento obliga a rechazar la etimología
kisâȐ4 para
queça y
cassot, y propone
káswa «cobertura de seda», «librea de vestir». En realidad los ejs. citados aquí s. v.
ACHACAR prueban que el argumento de la acentuación carece de fuerza. Lo que sí es obstáculo contra la etimología
kisâȐ es el cambio de
i en
e, que no debiera producirse entre
k y
s. Como por otra parte la de Neuvonen presenta una dificultad fonética aún más grave, como es la desaparición del
w (esperaríamos
*quézoa o
*quézova), quedamos en duda, con tendencia a preferir
kisâȐ teniendo en cuenta que hay casos hispanoárabes de sustitución de
i (quesra) por
a (
fatha), y que sobre todo son bastantes los del cambio de
s en
Ɋ (y aun de
k en
q), lo cual explicaría que la quesra se volviera
e en romance. También sería concebible que en el vulgar hispanoárabe existiera un
kása debido a una confusión de
kisâȐ con
káswa, que por lo demás son palabras de una misma raíz.
1 También Nebr.: «alquicer morisco: sagum punicum».― ↩
2 «Venía toda la sierra cubierta de moros, e traían todos quezotes vermejos y las barbas y cabellos alfeñados», Crón. de Juan II (h. 1460), ed. Rivad. LXVIII 319.― ↩
3 También judesp. marroq. qassot ‘pieza del traje femenino’ (BRAE XIII, 229). En vista de esta voz, ¿habrá que buscar como étimo inmediato una forma hebrea medieval? Claro que esto no significaría que el origen en definitiva no fuese la palabra árabe.― ↩
4 Nótese que kisâȐ podía ser femenino en árabe (Dozy, Gloss.), lo cual puede interpretarse como indicio del paso vulgar al tipo kisât o kísa o kísà. Estos cambios son frecuentes en árabe vulgar, y no sólo en el de España, pues Bocthor registra kíra por kirâȐ ‘alquilar’ y en otros figura kírà (Dozy, Suppl. II, 462a). ↩