ALMOCAFRE, ‘instrumento de labranza para escardar y para trasplantar plantas pequeñas’, probablemente del hispanoárabe mukáffir, derivado de la raíz ár. k-f-r ‘tapar, cubrir’.

1.ª doc.: 1513, G. A de Herrera; 1547, Seb. Fernández, NBAE IV, 42a (o RH XLIX, 566).

Dice Herrera: «las raíces se descobrían y aun las cortaban con aquel instrumento que los hortolanos llaman almocafre, que es vocablo morisco, y que yo llamaré aquí escardadera»1. Una herramienta empleada para descubrir las raíces, y por lo tanto para volverlas a cubrir, y para trasplantar, es decir, entre otras cosas para tapar la base de la planta una vez trasladada, bien pudo llamarse con el participio activo de káffar, que según Freytag (IV, 46b) significa «texit, operuit (rem)», tanto más cuanto que kâfir significa ‘sembrador’ según el Qamûs, denominación que el ?auharí explica diciendo que es porque cubre las semillas depositadas en la tierra. De hecho, según nota marginal de Dozy a su Gloss., 167, basada en una comunicación de Simonet, «el Morisco Alonso del Castillo escribe esta palabra al-mukáffir». Alonso del Castillo era intérprete de Felipe II, antes de la expulsión de los moriscos, y por lo tanto hablaba el dialecto hispanoárabe como lenguaje materno. Con esta nota (comp. Suppl. II, 477b) rectificó Dozy su anterior etimología (aceptada por Eguílaz y Steiger) maɅâfir, plural del ár. Ʌfar ‘azada u otras herramientas de cavar’, que no es aceptable fonéticamente, pues Ʌ da f o h, pero no c en castellano, por lo menos entre vocales2. Algunos datos de la vida actual del vocablo: Cuéllar (Segovia) almocaz ‘almocafre’ y almocacear ‘remover la tierra con el almocaz’ (BRAE XXXI, 144); almocafe ‘azadilla’ en tres pueblos de las provincias de Granada, Almería y Jaén, -afre en tres de Guadalajara, Cádiz y Granada, mocafre en uno de Sevilla, RDTP II, 284. Es de interés la variante almáfaque ‘almocafre’ (AV.), con metátesis algo sorprendente. Bocafre en el catalán de Castellón «espècie de càvec per treballar en la canya dolça» (DAlcM)3.

1 Ésta es la lección que trae Aut., en tanto que el DHist. lee almocafe, según creo en el mismo pasaje. No tengo edición a mi alcance para comprobarlo. La misma variante almocafe aparece en el P. Cobo (S. XVII) según el DHist., que halla también almocafre en el propio autor.―

2 Vid Steiger, 261. Entre muchísimos casos de h o f, sólo hay éste donde Ʌ se convierta en c, además del de raqueta, que es galicismo reciente en castellano y que además es etimología incierta aun en francés. Son también raros y algo inciertos los casos Ʌ- > k- al principio de palabra. No hay más que un caso seguro de Ʌ > k en castellano (almadraque < maƫraɅ; agregúese aquí ALMATROQUE) y es en fin de palabra, posición que refuerza el efecto acústico del Ʌ.―

3 Sobra en el artículo almocafre del DHist. el ejemplo de Lucuze (1773), donde significa ‘deslinde, amojonamiento’ y es variante de almocrafe, empleado en el mismo sentido por Burriel, y cuya etimología no ha sido estudiada. No tiene que ver con el artículo muk-f-r del Glosario de Leyden, donde está traducido con la palabra edia. Este vocablo, que Scalígero, Dozy (Suppl. II, 477b) y Seybold no entendieron, es el port. ant. adia, cast. alfadía ‘cohecho, soborno’ (para el cual vid. Neuvonen), pues la raíz k-f-r expresa entre otras la idea de apostasía, abjuración, infidelidad.