ALMOCADÉN, ant., ‘capitán de tropa de a pie’, del ár. muqáddam ‘jefe’, ‘capitán’, participio pasivo del verbo qáddam ‘poner como jefe’.
Dozy,
Gloss., 167; Eguílaz, 227; Neuvonen, 156-7. También port. ant.
almocadem1 ‘almocadén’, port.
mocadão ‘patrón de barco en la India’, cat. ant.
almugatèn ‘capitán de almogávares’ [2.° cuarto del S. XIV]. Variantes castellanas:
almocadán (
1.a Crón. Gral),
almocatén (1577),
almucatén, en un ms. de la
Crón. Gral;
almoacén, sólo citado por el Dicc. Militar de Almirante, es forma corrompida. Tallgren hizo notar repetidamente (
Homen. a M. P., II, 709n. 1 ; y en Neuvonen) la dificultad que representa el traslado del acento, pues en esta clase de participios (2.
a forma verbal) suele conservarlo sin modificación el hispanoárabe (comp., p. ej.,
Almodóvar,
Almudévar < mu-dáwwar ‘redondo’); PAlc. vacila en esta palabra, dando 8 veces la acentuación
muqédem y sólo 2 veces
muqed(
d)
ém (en las dos acs. más populares ‘capitán de gente’ y ‘monarca, príncipe’). En consecuencia propone Tallgren derivar
almocadén y las formas agudas de PAlc., del ár.
muqdám, ‘lo que está puesto adelante’, participio pasivo de la 4.
a forma del mismo verbo. Pero existen en PAlc. dos ejs. más de participios de la 2.
a forma con la misma acentuación, y la grafía de PAlc.
muqeddém ‘capitán’ indica que se trata realmente de la 2.
a y no de la 4.
a forma. Por otra parte la lista de ejs. de Steiger, 97, muestra casos contradictorios; y a ella se pueden agregar casos de contradicción palmarios entre los arabismos romances. Así junto a
mozárabe < ár.
mustá⺆rib, tenemos en romance la acentuación opuesta en su pareja y antónimo semántico
mustá⺆Ǥim ‘el árabe que se halla establecido entre extranjeros’, que es el étimo indudable del port.
Almoçagême (pueblo de Cintra: Silveira,
RL XXXV, 69-70), y sin embargo ambos son participios activos de la 10.
a forma;
mustáɅlaf >
almotaláfe es participio pasivo de la propia forma 10.
a Todo ello da la impresión de un lenguaje vacilante y como zamarreado por influencias opuestas, vulgares y cultas, según corresponde a un idioma fronterizo y decadente como el hispanoárabe de la baja época. V.
DELANTE.