ALMARJO, ‘barrilla, planta de la sosa’, del hispanoár. márǤo íd., de origen incierto, relacionado con el ár. magr. marǤ ‘marjal, terreno pantanoso’ (ár. marǤ ‘prado, campo’).

1.ª doc.: Nebr. («almario: herba nitraria», que deberá entenderse «almarjo: herba vitraria»), 1513 (almajo)1, 1527 (almarjo).

Dozy, Suppl. II, 578b; comp. Simonet, s. v. márjo; Steiger y Hess, VRom. II, 70-71. La -o de la forma márǤo citada por PAlc. indica origen romance, no árabe. Sin embargo, como en romance no se halla étimo alguno para este vocablo, y como la barrilla nace en lugares pantanosos, hay que relacionar con el ár. magr. marǤ ‘terreno pantanoso’, de donde viene el cast. marjal o marchal (ambos sin otra autoridad que Covarr. y diccionarios posteriores), cat. marjal [1385]2 ‘lugar pantanoso’, cat. ant. almarge, cast. almarjal íd. [1276: Neuvonen, 252; y h. 1460: Crón. de Juan II]3 y ‘terreno poblado de almarjos’ [1325-6, J. Manuel], almajar en esta última ac. (Covarr.), port. almargem ‘prado natural’, almarjal ‘terreno pantanoso’; como este derivado en -al sólo pudo indicar al principio un colectivo de nombre de planta, y por otra parte (al)marjal ‘lugar pantanoso’ es idéntico semánticamente al ár. magr. marǤ, es evidente que en la conciencia popular las ideas de ‘pantano’ y ‘barrillar’ eran inseparables (comp. BARRILLA). La ac. ‘lugar pantanoso’ en el ár. marǤ es ajena al árabe clásico y al de Oriente, donde significa solamente ‘campo’, ‘prado’, y según Dozy es palabra de origen pérsico. Cabe la posibilidad de que de la idea de ‘prado lozano’ (así en Siria, según Hess) se pasara espontáneamente a ‘prado inundado, pantano’, puesto que al fin la marjal, tal como nos la describe Eiximenis, se cultivaba4. Pero la terminación romance de márǤo sugiere la idea, apuntada por Simonet y aceptada por Steiger-Hess, de que en esta palabra y en el márǤ ‘pantano’ del árabe de Occidente se cruzaran la raíz árabe-persa con el romance MARGA5, especialmente en la ac. ‘marga arcillosa’ (fr. marne à foulon), que justamente se llama ġāsûl (propiamente ‘barrilla’) en Marruecos (Dozy, Suppl. II, 213a; Simonet), sea porque los lugares arcillosos son a menudo pantanosos, o por alguna semejanza de la marga con la sosa (Simonet)6.

DERIV.

(Al)marjal, almarcha, marchal, V. arriba.

1 Herrera, según cita de Steiger y Hess, VRom. II, 63.―

2 Eiximenis, Regiment de Prínceps, 28.24, 29.8. Por lo común es femenino, y hoy es vivo sobre todo en el País Valenciano, pero el Curial (III, 63) lo emplea como masculino. Hay pueblo llamado El Marchal, en el fondo de un barranco, junto a Bédar, prov. Almería.―

3 Almarcha ‘población situada en lugar bajo o pantanoso’ (Aut., Acad.) no parece existir como apelativo. Covarrubias da esta definición como etimología del pueblo de Almarcha en el obispado de Cuenca, y los académicos entendieron como si fuese nombre común. El DHist. cita además armajal ‘terreno pantanoso’ y armajo ‘barrilla’ (S. XIX).―

4 «Que los pagesos cavassen en son temps, quant les marjals e prats són sens aigua, per les dites marjals e pradals faent-ne gleves», «que les vostres marjals e llocs ergullosos [‘lozanos, exuberantes’] fossen plantats de olms, de verns, d’àlbers e de xops».―

5 Que esta palabra corrió en tierras mozárabes, se ve por la variante almarga.―

6 Acerca de la raíz arábiga en cuestión, vid. J. Oliver Asín, El Árabe Marŷ en el vocabulario romance y en la toponimia de España, BRAE XXIV (1945), 151-76.