ALMAIZAR, ‘toca usada por los moros’, del ár. míȐzar ‘especie de velo con que los moros se envolvían la cabeza dejando caer las puntas sobre los hombros’.
Dozy,
Suppl. I, 20
a. Esta palabra, muy común en árabe, falta casualmente en los lexicógrafos hispanoárabes. La forma del árabe hispánico nos explicaría seguramente el diptongo de la palabra española. En los nombres de esta estructura era normal que el dialecto español del árabe trasladara el acento a la sílaba final y cambiara
mi- en
ma-; pero todo lleva a creer que en este dialecto, como hoy ocurre en el árabe magrebí (Marçais,
Le Dial. arabe parlé à Tlemcen, 20-21), el hamza interno se perdía alargándose la vocal precedente (
fâs en lugar de
faȐs en R. Martí, 152;
mubtedî en lugar de
múbtadiȐ en PAlc., A3r°
b), de modo que
míȐzar cambiado en
mīzár daba la impresión de pertenecer a un radical
y-z-r, y de aquí que, al cambiarse la vocal del prefijo de
mīzár, se hiciera
*maȳzár, que es la base hispanoárabe que supone la forma española.
La variante almaizal, desde 1560-75 (Cervantes de Salazar).
Hoy el vocablo se conserva en partes de España y de América en el sentido de ‘humeral, paño que se pone el sacerdote sobre los hombros para llevar la custodia’ (Méjico, Colombia, Ecuador: BRAE VII, 446). Comp. ALMIJARA.