ALMACÉN, del hispanoárabe maȟzén (ár. máȟzan) ‘depósito’, ‘granero’, ‘almacén’ (raíz ȟ-z-n ‘depositar, almacenar’, comp. ALACENA).
1.ª doc.: 1225.
Dozy, Gloss., 147; Neuvonen, 154-5. En el documento más antiguo es ‘tesoro real, erario’ (de esta ac. viene la actual del marroquí maȟzén ‘gobierno, administración pública’); en hispanoárabe (PAlc.) se halla especialmente en las acs. ‘almacén de aceite’ y ‘depósito de armas’: ambas y sobre todo la segunda son frecuentes en castellano medieval; como las armas buenas, buscadas por los caballeros, no se guardaban en el almacén del Rey, la locución adjetiva de almacén, aplicada originariamente a armas (invent. arag. de 1374 y 1465: BRAE II, 344), pasó a significar ‘del montón’ ‘de mala calidad’ (ejs. de los SS. XV-XVI en DHist.) y de aquí vinieron las expresiones gastar almacén ‘traer muchas cosas y de poca estimación’, almacén de palabras o almacén a secas ‘charla inútil’ [Celestina], y de aquí finalmente almacén ‘cosa dañina’ (SS. XVI-XVII: T. A. E. VII, 245-6). El vocablo tenía -z- sonora en la Edad Media (Neuvonen; invent. arag.; G. de Segovia; Nebr.); hoy port. armazém (antes almazém). Ante esta sonora el ȟ se sonorizaba en ġ, de aquí el cat. magatzem (con -m por ultracorrección de la pronunciación vulgar árabe -m > -n); una forma análoga existió en castellano, almagacén (SS. XVII-XVIII), magazén en judeoespañol (RFE II, 365); el it. magażżino parece tomado directamente de la variante árabe maȟzin (Dozy, Suppl. I, 369b) y del italiano el fr. magasin [SS. XIV-XV]. Para pormenores fonéticos y filológicos, Steiger, VRom. X, 46.
DERIV.
Almacenar [princ. S. XVII]. Almacenaje. Almacenero. Almacenista.