ALIZACE, ‘zanja para los cimientos de un edificio’, de Ȑisâs, plural del ár. Ȑass ‘principio’, ‘fundamento’, ‘cimientos de un edificio’.

1.ª doc.: alizaz, S. XIII?, Fuero de Marañón; alacet, 2.a mitad del S. XIII (arag.: Vidal Mayor, en Tilander, 45n.); aliçaque, 1505 (PAlc.); alizace, 1611 (Covarr.).

Alizaz aparece también en un ms. de los fueros aragoneses, de h. 1400 (Tilander, 253). Este vocablo, raro en Castilla, es propio del portugués (alicerce, alicece), gallego alicerce («como alicerce de riqueza común» Castelao 130.20), y del aragonés, alacet (Borao), forma que debe explicarse como singular extraído analógicamente de alacez, según el modelo de chiquet, plural chiquez, y otros diminutivos aragoneses análogos en -et. Para formas dialectales aragonesas (análogas a alacet), vid. M. L. Wagner, ZRPh. LXIX, 369. La variante alizaque de PAlc. volvió a penetrar en hispanoárabe bajo la forma liçáq, recogida por el mismo autor; para su explicación V. un caso igual en ALFAZAQUE. Hay que admitir que las formas alizaz y alizaque son arabismos muy antiguos o bien cultismos, en vista de la conservación irregular de la â. Un derivado lizázara en el Bierzo cita M. P., Festgabe Mussafia, 388.