ALISO, origen desconocido, probablemente prerromano.

1.ª doc.: J. Ruiz, 173b; como nombre de lugar, ya en 976 (Vignau, Glos. de Sahagún).

Como en J. Ruiz rima con paraíso, priso y enviso, podemos afirmar que tenía -s- sonora en castellano antiguo, y así lo confirma el mirand. aliso (RL VII, 291n.3). Cej. VII, § 108. No hay parentesco seguro con otra forma que el vasco vizc., guip., a. nav. altz(a), lab., b. nav., sul. haltz, vasco francés saltza (Pouvreau; Schuchardt, BhZRPh. VI, 36; Beiträge zur Geschichte der deutschen Sprache und Lit. XVIII, 531), pero los especialistas discrepan acerca de la interpretación fonética de la palabra vasca y de la clase de parentesco entre ella y la castellana, que Schuchardt cree madre de aquélla, mientras Uhlenbeck opina que es antigua en vasco y M-L., Roman. Namenst. II, 65, no se pronuncia. Kluge y Gamillscheg (ZRPh. XLIII; RFE XIX, 234; R. G. I, 381), creen que aliso procede de la palabra gótica que correspondía al alem. erle, a. alem. ant. rila, lira, ingl. alder, ags. alor, neerl. els, escand. ant. ྿lr; en cuanto a la forma de esta palabra gótica, se duda si sería *alĭza o *alĭsi. Pero Jud (ASNSL CXXI, 92n.l) hace notar que éste sería el único nombre de árbol español de origen germánico; además no parece admisible el traslado del acento de *álĭsa a alíso y también causa algún escrúpulo el hecho de que la ĭ no esté representada por e, sino por i. Teniendo en cuenta que el nombre gallegoportugués del mismo árbol (amieiro) y el catalán-occitano (vern) son de origen prerromano, parece razonable admitir con Jud que el castellano y vasco también lo es, tanto más cuanto que la raíz alis- aparece en varios nombres de lugar prerromanos de la Galia (Arbois de Jubainville) y en España mismo en el del río Eslonza (Alisontia). Se trataría de un nombre pre-indoeuropeo, padre también del corso alsu ‘aliso’, según Bertoldi, Zeitschr. f. Celt. Philol. XVII, 84; RLiR III, 263-82; Bottiglioni, Elem. Prelat. nella Topon. Corsa, p. 32; según Hubschmid (quien rechaza una posible parentela caucásica) vendría de una lengua indoeuropea precéltica, en relación con el lat. alnus < als-nos (ZRPh. LXVI, 57; VRom. X, 313). Pokorny, ZCPh. XXI, 75, cree más bien que sea indoeuropeo. Lo seguro es que hubo ıλιζα ‘álamo blanco’ en macedonio ant., lit. orient, alìksnis ‘aliso’, esl. ant. olisā (> olĭcha, junto a elisa, rs. dial. olĭša ‘aliso’, etc.) y varias formas análogas en lenguas indoeuropeas menores del Sur de Europa; vid. Bertoldi l. c. y Pok., IEW, 302-303: de suerte que la extensión del vocablo lleva a pensar más que en el céltico, en la lengua de los sorotaptos. Jokl, VRom. VIII, 157-160, señala su hermandad con el ruso olŭxa (< *ALISA) y el lit. alìksnis (*ALISNIA), ambos del mismo significado. Pero en cuanto a las voces alpino-romances que el propio Jokl quería derivar de compuestos «ilirios» de la misma raíz, Jud (ibid., 216-7) muestra que proceden de bases fonéticas diferentes, *DRAUSA y *MAROUSSO-, de origen desconocido, pero desde luego independientes de ALISA.

GdDD 412 confunde con aliso el fr. alise, especie de serbal, árbol muy diferente. No es él el único en haber cometido esta confusión, pues Azkue traduce el vasco alza «alisier» por el cast. aliso, y la variante altz(a) la traduce incluso por el fr. aune (que sí es ‘aliso’): ¿designará ambas especies? Pero es más probable que haya confusión del lexicógrafo, pues son árboles inconfundibles; Iribarren sólo dice que alza (empleado en un valle de lengua vasca al N. de Pamplona) es «arbusto de hojas anchas y pegajosas que crece en las orillas de los ríos». No sé si esta forma del vasco (donde es concebible el paso fonético de aliza a alza, imposible en romance) ha pasado a Santander; es dudoso, pues los santand. *alsa y *ansa no son más que formas supuestas por GdDD: G. Lomas sólo registra alsar y ansar, traduciéndolos, es cierto, «alisar», pero la vaguedad de los dos artículos y el ej. que da del segundo («el ansar y la ribera») hacen sospechar que se trata de interpretaciones de topónimos, quizá más bien equivalentes del común ansarera ‘lugar de ánsares’; en cuanto al alem. ilse, nada tiene que ver con esto, pues sólo es nombre de pez. Otro problema difícil lo presenta la relación con el fr. alisier, oc. aliguier ‘mostellar’, fr. alise, alem. elsbeere (ajeno al a. alem. ant.) ‘fruto del mostellar’, sobreselv. laussa, engad. alossa ‘clase de cereza’ (de un *ALAUSA). Aunque algunas de estas formas presentan graves discrepancias de forma, y el mostellar es árbol muy diferente del aliso, y aunque no es seguro que el santand. alisañas ‘clase de cerezas’ tenga que ver con esto, difícilmente se puede dudar de la relación entre el fr. alisier, oc. aliguier, por una parte, y aliso, nombre del Sorbus aucuparia, especie de mostellar, en Cercedilla (Máximo Laguna), tanto más cuanto que aliquer designa el mostellar (Pirus torminalis) en Valencia, según Cavanilles, y aliconero en Aragón es el mismo árbol (Colmeiro, II, 374)1. Nótese la forma alisa en J. Manuel. Desde luego debe separarse aliso ‘alnus’ de aliso ‘rubia menor’, nombre de una mata, que Laguna emplea como cultismo (gr. ıλυσσον).

1 Como dudoso. En efecto cabe sospechar que haya confusión con el almez (LATONERO, aligonero).