Ax como interjección de dolor está atestiguado en un proverbio del Cancionero de Horozco († h. 1580), en
Aut. y en Covarr.
1; este lexicógrafo nos informa además de que en su tiempo los niños decían
un ax por
una pupa, rasguño o pequeña lastimadura y así se emplea hoy el cat.
aix en Valls según Alcover. De aquí luego el sentido de ‘achaque’, en el cual suele decirse
ajes en plural. La Acad. registra un singular analógico
aje, pero lo documentado en P. del Castillo, Melchor Cano y Pantaleón de Ribera es el singular
ax. Acepciones algo diferentes tiene en gallego, pero de evidente afinidad:
ax ‘voz de que se usa para ahuyentar las gallinas’,
axe ‘desaire, desprecio; ofensa, humillación’ (Vall.), de donde ‘frases humillantes o insultantes’: «guindáballe
axes cando o vía sentado» Castelao 234.7. Teniendo en cuenta estos datos puede rechazarse la idea de que
aje venga del fr.
âge ‘edad’ (comp.
EJE), o por lo menos requiere un examen muy atento. Cf. el siguiente texto de 1815 escrito por un varón estudioso, pero popular, de la zona de Alcañiz (
Bol. de Hist. y Geog. del B. Arag. II, 167): «se dió orden para que se presentase en Morella el Vicario
general; y habiéndolo excusado con su avanzada edad y «
ages» el P. D. Carlos de Pedro, monge del mismo monasterio, se lo llevaron a éste preso».Y desde luego es importante el hecho de que el vocablo está bien arraigado en vasco.
Aje «dolencia, maladie, indisposition», «vicio»,
ajeatu «éprouver des douleurs ou indispositions»: registrado en una área continua desde el Baztán hasta Ubídea (entre Vitoria y Bilbao); en la mayor parte de este territorio la
j se pronuncia
ི, pero no en Lezaca y el Baztán donde todavía la
j tiene el valor de
y, aunque aun en el área de
y hay algunas palabras donde suena
ི [Michelena,
Fonet. p. 170n. 7 y p. 452] y por lo tanto, como Azkue no nos lo dice, no podemos asegurar del todo que
en baztanés y Lezaca no sea este el caso. Desde luego no es posible separar la voz castellana de la vasca y las dos parecen ser bien arraigadas y antiguas. En vasco hay también indicios de origen interjeccional o expresivo, pues junto a
aje tenemos el ronc.
aiene ‘lamento’ y el baztanés
aiei ‘grito de queja’ de donde ha salido un uso cuasi-verbal, muy extendido en el gerundio bazt., lab., b. nav. y sulet.
aieika «quejándose interiormente, se désolant».