ACURRUCARSE, origen incierto, quizá de curuja ‘lechuza’, voz de etimología desconocida.

1.ª doc.: 1490.

La variante acorrucarse aparece en APal., en Covarr., en Solís (DHist.) y en Quiñones de B. (NBAE XVIII, 788); acurrucarse, la forma moderna, aparece ya una vez en el Quijote (dos veces acorr-) y es ya la normal para Aut.; currucarse en S. de Horozco (BRAE III, 712). El significado es siempre el de ‘hacerse un ovillo’, excepto en APal.; también gallego: «las casas acurrucadas ao redor dun castelo», Castelao 252.21. Es evidente que hay relación con el ast. acoruxar ‘encoger, acobardar, acurrucar, acoquinar’ (R), acuruxáse ‘acurrucarse’ (V), colomb. acurrujarse ‘acurrucarse’ (Uribe), gall. acuruxar «acurrucar; abrigar la lumbre para que se apague mientras no hace falta»; la relación de éstos con ast. coruxa (R), curuxa (V), gall. coruxa, Canarias coruja (BRAE VII, 334), port. coruja ‘lechuza’1, b. lat. curusa ‘ave que anda de noche’ (Glos. del Escorial), es la misma, según nota Sainéan, BhZRPh. I, 111, que la existente entre el it. dial. gufarsi «rintanarsi, starsene rimpiattato», gufato ‘escondido’ (en Pistoia según Petrocchi), y gufo ‘buho’, entre alem. kauzen ‘agazaparse’ y el alem. kauz ‘mochuelo’2, entre svcr. ƇuƇati y Ƈuk ‘buho’; la explicación semántica, más bien que en la actitud de la lechuza cuando descansa, como admite Sainéan, estará en la conocida costumbre que tienen estas aves de estarse ocultas y acurrucadas durante el día. Curuxa figura como castellano en Nebr. y curruxa en Oudin (1607. La -rr- y la segunda -c- de acurrucar no constituyen dificultades graves, y según la Acad. [ya 1884] hay variante curuca, aunque es forma de existencia incierta, pues no conozco autoridades y quizá ha habido confusión con el otro nombre de pájaro a que me refiero abajo.

Covarr. derivó acurrucarse de la «avecica llamada curruca, que se recoge para empollar los huevos, y muchas veces son subpositicios por ser del cuclillo, que le toma los propios y pone en su lugar los suyos; de donde se dixo... cornudo el que cría los hijos del adúltero»; la Acad. registra curruca como nombre de una ave canora insectívora de 10 a 12 cms. de largo3, pero hay contradicciones en la descripción de este pájaro entre los diccionarios, pues Terr. dice que es rojo, Aut. que es verdoso y según la Acad. sería pardo y blanco; a juzgar por Aut. la única fuente para la existencia de este nombre de pájaro es el citado pasaje de Covarr., el cual, por lo demás, no registra el vocablo en su orden alfabético4. Es probable que este lexicógrafo no quisiera dar a entender que curruca es nombre castellano, sino latino; como latino, curruca sólo aparece una vez en Juvenal, y no hay duda de que ésta es la fuente de Covarr., pues Forcellini atribuye a la curruca latina la misma costumbre de empollar los huevos de cuclillo y la misma aplicación al cornudo; como se nota en el ThLL, Juvenal es también la fuente de la glosa de Papias «linosa vulgo avis quae dicitur curuca» (reproducida por APal., 248d; también en el Glos. del Escorial «coruca: ave que cría fijos agenos o cornudo»), y como en Juvenal sólo los peores manuscritos traen esta palabra curuca, parece tratarse de una mala lección en lugar de eruca o uruca ‘oruga’ de los demás códices. En una palabra, este artículo debe borrarse de los léxicos latinos y esta etimología se desvanece al analizarla.

Hay otra posibilidad. El pasaje de APal. (250b), nuestra autoridad más antigua para acurrucarse, trae este vocablo en el sentido de ‘arrugarse’: «litinices son cortezas acorrucadas y encrespadas»; según López y Valenzuela corrucar es ‘arrugar, comprimir, secar’ en Zaragoza y, según BDC XXIV, 165, es ‘aflojar una cuerda’ en Echo, y corruca es ‘arruga’ en Bielsa y en la misma localidad del Alto Aragón; compárese con «tremontana, que és vent fret e sech, e fa tremolar a hom les mans, e acorrucar les carns», St. Vicent Ferrer, Sermons I, 165.28. Si éste es el significado originario de acurrucar―y el cat. arrupiracurrucar’ junto al aran. arrupa ‘arruga’ parece confirmarlo―(a)corrucado podría estar por el lat. CORRUGATUSarrugado’ (de donde ha salido el campid., corrugau ‘ajado’), con asimilación progresiva de la g a la c precedente, como en cocote por cogote. Sin embargo, aunque esta etimología es concebible, es más probable que el punto de partida esté en acurujarse ‘estar oculto como la lechuza’, alterado por influjo de acorrucarse ‘arrugarse’ (CORRUGATUS).

Schuchardt, Rom. Etym. II, 50, llamando la atención sobre el arag. acurcullarse ‘ponerse encogido como un ovillo’, quisiera derivar éste y acurrucarse del lat. COCHLEAcaracol’, idea tanto más inverosímil cuanto que el vocablo aragonés es alteración evidente de acuclillarse, con el cual nuestra palabra nada tiene en común. Comp ENCARRUJARSE.

Quizá tenga razón GdDD 1684 al suponer que viene de *aclucarse, *acluecarse, derivado de clueca, análogo a acuclillarse; comp. port. pôr-se de cócoras, acocorar-se, acocorinhar-se, de igual significado (aunque el port. *acorocar-se no parece ser más que una forma supuesta por él). Deja cierto escrúpulo el detalle fonético, pues en acuclillarse la u se explica por la -i- siguiente, lo que no ocurre en acurrucarse, y así como el paso de cl a cr es normal en portugués, no lo es (aunque no sea del todo imposible) en castellano; por lo cual quizá debamos aceptar como conclusión que un cast. *aclocarse, pronunciado acrocarse dialectalmente, se alteró por influjo de acuruxarse, derivado de curuxa (coruxa), o por el influjo de corrugarse.

DERIV.

Gall. coruxo pescado grande del género passer, figura de rodaballo pero sin lentejuelas (en tres pasajes de Sarmiento, en el tercero curoxo, CaG. 225r, es errata del copista, en la pág. 221 coruxo lo es del tipógrafo), es también pez parecido a la solla y el sanmartiño, pero menor e inferior en gusto (80r).

1 Según Sarmiento «es distinta de la lechuza y mayor que ella, y sólo andan de noche; así en Galicia, con impropiedad llaman coruxa a la lechuza, pues para ésta no tienen nombre» (CaG. 145r); «e mais a coruxa / que voa nos tempros» (Sarm. ColVFG. copla 920). Curuja ou curujo, rimando en -ujo, como nombre de animal huraño en Gil Vicente, Inés Pereira, ed. príncipe, fol. LIXIV, r° a. El derivado Curugiaes ya figura en doc. de 1220 (CortesƟo) y curugeira en la Crón. de Juan I de Portugal (med. S. XV: Viterbo). El extremeño Sánchez de Badajoz (1.a mitad S. XVI) emplea coruja como castellano acoplando en rima con aguja lo que asegura la -j- antigua (Recopil., ed. facs., f° LVI, r°). Acerca del origen, además del cespedosano corucha ‘cogujada’ (RFE XV, 274), deberá tenerse en cuenta el ast. coruxia ‘miedo, espanto’, relacionado con acoruxar ‘acobardar’ y quizá con *CORRUPTIARE (> fr. courroucer ‘irritar’). Recuérdese el temor supersticioso que inspira el canto de la lechuza. Notando la discrepancia entre la j portuguesa y la x sorda de Nebr., quizá deduciremos que la intervención de *CORRUPTIARE (de donde la x) es secundaria.―

2 Kluge-Götze suponen que los dos vocablos no tienen nada que ver, y atribuyen a kauzen el mismo origen que a su sinónimo kauern; pero la verdad es que la base germ. kûwatjan que ellos postulan es una mera reconstrucción, muy arbitraria, pues kauzen es palabra de aparición reciente en el idioma.―

3 Vall. lo da como gallego. ¿Tomado de la Acad.?―

4 El Mtro. Correas (118b) dice también «como el ave curruca, que mantiene y cría hijos ajenos» y la identifica con el cuco. Pero Correas es humanista, y el carácter culto del dicho se revela por la aclaración el ave. También el joven humanista navarro Arbolanche (a. 1566), en una larga enumeración de aves, en parte culterana, pero junto con otros nombres de carácter popular, la empareja con el cuco: «el cantor cuco, y la curruca tierna» (127v8). En conclusión, no hay duda en la realidad de un ave de ese nombre, aunque no tengo datos suficientes ni para dudar del arraigo de esta denominación en algunas partes ni para asegurar su popularidad; y en todo caso es más dudoso que ofrezca base semántica y léxica adecuada como punto de partida para acurrucar.