Carducho, el primero que lo usa, da fe de que todavía se consideraba voz italiana, aunque ya usual en España en 1633. Entró como término propio de las artes plásticas; en este sentido ya era corriente en italiano desde med. S. XVI (Vasari): Terlingen, s. v. Allí el cambio de significado se explica por influencia del sinónimo atteggiamento (derivado de atto ‘acto’). Aunque es general la opinión de que attitudine ‘actitud’ viene de aptitudo, últimamente Migliorini sale en defensa de la etimología que lo considera derivado de actum, fundándose en razones que ignoro, por no estar a mi alcance su nota de AGI XXXII, 118ss.