El árabe
zabbûǤ se halla en el glosario hispánico del S. XI y en el almeriense Abentarif, S. XII; una variante
zanbûǤ está más difundida en los autores hispanoárabes, y ambas se hallan hoy en el árabe africano. De esta última vienen el port.
azambujo,
zambujo, salm.
zambullo, murc.
acembuche; cast.
azambuje en Monzón (1544),
azambuche en Luquián (S. XVI).
Acebuche sería ‘acebo común’ en ast. (V). Para variantes paralelas, vid. Steiger,
RLiR V, 262-5. Según Simonet, s. v.
zebbúch, el vocablo árabe saldría del lat.
ACERBUS ‘áspero’, pero como indica Steiger parece más bien ser palabra bereber. También se podría pensar en la posibilidad de un préstamo de una forma mozárabe como
*azeboyo semejante al leonés
arfueyu ‘muérdago’ antes seguramente ‘acebo’ (vid.
ACEBO, fin) o en una transmisión arábiga de una forma indoirania como el védico
sambhujaྔ ‘consumible’ ‘objeto de disfrute’,
Rig Veda II, 1.4, derivado del sánscr.
bhuj- (presente
bhunákti) ‘disfrutar, usar, consumir’ (hermano del lat.
fungor, etc., Mayrhofer,
Etym. Wb. Aind. II, 507). Luego se deberá estudiar mejor si el ár.
zanbûǤ es realmente palabra bereber o del árabe oriental; acaso tomada del persa, pues en iranio aparece desde antiguo la misma raíz (avést.
būྂ-, con
θrima-baoིšna- ‘refuerzo’, sako-khotani
būjsana ‘ayuno’, aunque ignoramos si las voces persas
zanbûk ‘ballesta’ y
sunbûk o
sunbuq ‘esquife’ tienen algo que ver con esto), pero hay que dejar el problema en manos de los orientalistas e iranistas, entre otras razones porque al sánscr.
sam- corresponde
ham- en iranio (pero luego hay el grupo complejo del gr.
ξυν- y el balto-eslavo
su-)
. En castellano antiguo tenía -
z- sonora (APal., Nebr.); también hoy en Cáceres (Espinosa,
Arc. Dial. 96).