ABÉÑULA, antic., ‘pestaña’, del lat. PէNNŬLA ‘plumita’ (diminutivo de PINNA ‘pluma’), por comparación con las barbillas de una pluma; llegó al castellano por conducto del dialecto mozárabe.
Se halla también
abéñola (1583). Según
Aut. estaba ya anticuado. Hay también corso
pennula, calabr.
pinnularu íd.
Abéñula procede de
*albéñola por disimilación. La misma palabra, con otro significado, dió el cast.
PÉNDOLA. Desde el mozárabe el vocablo se extendió al Norte de España, pues el primer autor que lo emplea era burgalés.