ABEJA, del lat. APէCŬLA, diminutivo de APIS íd.

1.ª doc.: 1241 (F. Juzgo).

En la Antigüedad, apicula tiene comúnmente valor diminutivo, pero a veces es ya una mera variante afectiva de apis (así en Plauto, Curc., v. 10) y acabó por ser verdadero sinónimo de éste, en virtud de una tendencia general del latín familiar (vid. Hofmann, Lat. Umgangssprache, § 129).

DERIV.

Abejaruco [1513; abejuruco 1493, también en Tudela, 1566, Arbolanche, Abidas 78v15, 127v16; abejoruco 1611, 1624] Abejero ‘colmenar’, ‘colmenero’, ‘abejaruco’, ‘piedra caliza’ (así en Burgos: BRAE XXII, 484; se explica por la tendencia de esta piedra a formar agujeros). Abejón ‘zángano’, ‘abejorro’ [1439]. Abejorro [G. Silvestre, † 1569]. Ast. abeyar ‘corretear’, abeyón ‘necróforo común, insecto sílfido’, beyera ‘melisa’ (V). Apiastro ‘toronjil’ [1555: Laguna], tomado del lat. apiaster, derivado de apis.

Ha de tener relación con abeja y abejorro el nombre de éste en portugués, besouro [«scarabeus stridulus» Moraes, Fig.], que en Portugal se define más bien como nombre del coleóptero, en Galicia del himenóptero; aquí se le atribuye la forma abesoiro, que ya ejemplifica el P. Sarmiento en una copla popular (DAcG.) y luego Vall., etc., mientras que el P. Sobreira dice que en todo el valle de Ribadavia es abisouro y el P. Crespo que es abesouro en Redondela. Es seguro que es esta forma con a- la etimológica, pues abesouro figura en las Inquisições de 1258 como topónimo (Cortesão, Subs.) y el hidalgo portugués de Alfonso el Sabio en torno al 1250 ataca a un cortesano porque le anda al Rey «na orella rogindo come abesouro» (R. Lapa, CEsc., 329.16) en rima con mouro, louro, Touro. También tenemos besouro (mal leído besonero) en un texto castellano aportuguesado, precisamente en la traduc. hecha h. 1400 de la Confesión del Amante de J. Gower, 77. Parece claro que no es derivado sino compuesto, y no de abeja sino del lat. APIS. El segundo componente no está claro: se podría pensar en el germ. SAUR que ha dado el fr. y oc. ant. saur ‘pardo, amarillento’, no desconocido en cast. ant. (soro) como término de halconería (REW, 7626); pero se opone la -s- sonora portuguesa, a no ser que busquemos alguna contaminación o fenómeno excepcional. Teniendo que ser así, más bien me inclinaría por otro componente más arraigado en el romance hispánico: AURUM o un derivado suyo; quizás APIS AURUMel oro (o dorado) de la abeja’ o bien suponiendo que se partiera del plural ―cosa natural en insectos― APES AUREAS > *abesouras, de donde se extraería un masculino abesouro(s) por influjo de todos los sinónimos y cuasi-sinónimos: abejorro, abejón, avispón, zángano, abegão y las formas gallegoportuguesas correspondientes a aquéllas; además también el abejorro tiene obreras femeninas como las abejas, pero aquí es el macho el más importante y el que nos importuna con su zumbido.

Reconozco que la idea precedente, aunque se sostiene bien, tiene algo de rebuscado. Será lícito, por lo tanto, pensar en una alternativa y lo que no veo claro es por cuál debemos decidirnos. Pero por otra parte conviene tener en cuenta el gall. vaca-loura (vid. Vall.) y el ast. vaca-lloria (cf. aquí VACA), que es el Lucanus cervus, coleóptero más o menos semejante al que en portugués lleva el nombre de besouro. Que a un insecto así se le dé el nombre de vaca es extraño, y las virtudes mágicas que, según Vall., se atribuyen a la vaca-loura hacen pensar en una antigüedad prerromana. Ahora bien abejorro («Drohne») se dice en ky. Bege(g)yr, compuesto de un *beg ‘abeja’, hermano del irl. a. bech y galo *BEKOSabeja’ (REW 1014), gaél. speach ‘picadura de una abeja’ según el IEW 116, del cual proceden el port. abegão ‘abejorro’ y el cat. abegot íd., con a- debida a contaminación de APICULA y de abellot ~ abejorro. Lo que no trae Pok., IEW, es qué es este -eg(y)r del ky. begeg(y)r. Puesto que el abejorro también pica, quizá tenga que ver con el ky. hogi ‘afilar’, ky. ant. ocoluin ‘piedra de afilar’, ky. ant. cemecid, ky. mod. cyfeggydd ‘pico’, ‘azadón’ (< KOM-OKI?O) 18.24, de la misma raíz que el gr. ęκίς ‘púa’ 19.2 (irl. med. ecg ‘filo’, ‘cuchilla’, bret. mod. el ‘punta’ seg. 19.7, son préstamos del germ.), gr. ακμƲ, lat. acūmen, etcétera. Parece, pues, que la terminación de begegyr no nos conduce a ninguna explicación del -loura de vaca-loura. No hay duda de que éste habría sufrido una alteración por etimología popular ‘vaca rubia’. Sin embargo, un *BEK(K)ARAURA no deja de tener un fuerte aspecto céltico o galo. Quizá se podría pensar en otra especie de disimilación (cabe decir que más anómala) *BEKKAZAURO, que explicase el gall.-pg. (a)besouro admitiendo naturalmente que la a- de éste sea debida a contaminación de la familia de APICULA, como ha ocurrido claramente en el port. abegão, cat. abegot. También sería concebible relacionarlo con el nombre báltico de la abeja (prus. bitte, lit. bitìs, bìte, let. bite, IEW 116.20, que suponen BHI-TI-) y este tipo amplificado estaría representado en céltico por el ky. bydaf ‘colmena’ 116.19, de manera que un célt. cont. BITIAURO- no sería fantástico, pero, si bien esto explicaría fonéticamente el port. mod. Besouro, tendríamos que esperar que hubiese -z- en gallego y portugués antiguo. Quizás hubo en céltico varias formaciones con el mismo radical BE- y amplificación radical mediante consonantes varias: junto a BE-KO-, BEI-T- (véase arriba) y BES- en besouro, en el fr. dial., y sobreselv. beseine ‘colmena’, que tanto se ha discutido (M-L., Misc. Ascoli 415-8, y ALLG XIII 50 n.; v. Planta ALLG XVI 368 n.; Jud ARom. VI 203; ZRPh. XLVI, 1926, 242; Sainéan Sources Indig. I, 418) y según parece en el ast. occid. besouco ‘cuarto enjambre que sale de una colmena en un mismo año’ (Acevedo-Fz.; y Hubschmid, Fs. Jud. 1943, 253).

CPT.

Apícola (falta aún Acad. 1884), compuesto formado con apis ‘abeja’ y colĕre ‘cultivar, criar’, según el modelo de agrícola; según agricultor y agricultura se han formado también apicultor y apicultura.