ÓBOLO, tomado del lat. obolus y éste del gr. ƺβολóς ‘moneda griega de escaso valor’.

1.ª doc.: APal. 170b («cosa vil que apenas importa un óbolo o meaja»).

Como término referente a Grecia figura h. 1540 en la traducción de Plutarco por Gracián; como nombre de un peso, en 1555, en Laguna (Aut.). Sigue siendo palabra arqueológica o sumamente culta, a no ser en la ac. ‘cantidad reducida con que se contribuye a una colecta, a una empresa colectiva, etc.’, en la cual se emplea trivialmente en el estilo periodístico y en la alta vida social.

El gr. ƺβολóς parece ser idéntico a ƺβελóς ‘asador’, cuya impronta llevaban ciertas monedas: los dos vocablos se emplean indistintamente uno por otro en las inscripciones y otras fuentes antiguas. De este último se tomó el cast. obelo ‘señal que se pone al margen de los libros’ (por comparación de forma), ya documentado en Sigüenza, h. 1600 (Aut.).

DERIV.

Obelisco [‘obelo’, S. XVI, Agustín; ‘pilar monumental’, 1624, Huerta], tomado de ƺβελίσκος íd., diminutivo de ƺβελóς (por comparación con un asador).