ÁL, ‘otra cosa’, ant., del lat. arcaico y vulgar ALID (clásico ALIUD) íd.
1.ª doc.: Cid.
Del mismo origen port. ant. al, cat. ant., oc. ant. als, fr. ant. el; para la pérdida de la -D, vid. BDC XXII, 247n.3. En castellano estaba ya bastante anticuado en el S. XVI; J. de Valdés, Diál. de la L. 101.17, considera preferible otra cosa, y aunque todavía lo emplean alguna vez Cervantes y Quevedo, se percibe un matiz irónico en el uso que hacen de este pronombre. Nótense en el DHist. y en Cuervo, Dicc. I, 305-7, las locuciones ál tanto ‘otro tanto’ (desde las Partidas hasta Mariana), que nos muestra el origen del fr. autant; y si ál que non ‘por lo menos’ (F. Juzgo), equivalente del cat. ant. si als que no (AILC III, 200).