¡SO!, interjección para que se detengan las caballerías, voz de creación expresiva.
1.ª doc.: xo, med. S. XV, Refranes que dizen las viejas.
Ampliación de la misma interjección es julo que Covarr. (copiado por Aut.) explica «deste vocablo suelen usar los harrieros para aquietar y sossegar sus machos; es nombre arábigo, y propiamente es el macho que va delante de todos en la recua»; como interjección está, en efecto, en el predecesor de Covarr., Sebastián de Horozco (med. S. XVI): «como dijo el asno al mulo: / anda bestia, xulo, xulo, / orejudo, tirte allá» (BRAE IV, 395). Covarr. para su supuesta etimología arábiga se funda solamente en el artículo de PAlc. «xúlo: bezado de ganado, cabestro, animal para guía», pero ésta no es palabra arábiga, aunque se emplease en el árabe de Granada (falta en Dozy, Gloss.; Eguílaz), sino préstamo del mozárabe, y el sentido primitivo es el interjectivo, que se aplicó fácilmente al animal que conducía a los demás, por ser a éste al que había que dirigir la interjección, así lo vió ya Simonet, s. v.