¡OH!, voz de creación expresiva.
1.ª doc.: orígenes del idioma (J. Ruiz1, etc.).
La grafía tradicional era sin
h: «o
si,
para dessear, adv.: o si, utinam», Nebr.
2; y así escriben todavía Covarr.,
Aut. y la Acad. hasta 1817 por lo menos (ya no 1843; Terr. también escribe
oh). El latín empleaba
ō cuando seguía un vocativo, y
oh como exclamación seguida de pausa, distinción que mantienen el francés y otros romances, pero no observa la grafía castellana.
1 «O Santa María, / luz del día, / toda vía / tú me guía», 20a. En las glosas de Silos, 359, está en contexto latino.― ↩
2 «O... es interjección de quien se duele... algunas vezes de quien se maravilla», APal. 315b. ↩