¡FO!, interjección con que se indica asco o se expresa sentir mal olor, amer., canar., and., ast., de creación expresiva.
1.ª doc.: 1836, en el cubano Pichardo (1875); 1846, en S. de Lugo, como voz de Canarias.
Cuervo, Ap., § 473; Toro G., RH XLIX, 454; BRAE VII, 336; Pérez Vidal, 107-8. Vigón lo da como asturiano. En América se extiende desde Chile a Méjico y las Antillas, al parecer en todas partes excepto la Arg. Figura en obras de los andaluces Fernán Caballero y Muñoz Pabón. Es también gallega, y usual en el portugués de Madera. Tiene antecedentes lejanos: fufae «interjectio mali odoris» en el CGL IV, 240.2, y el lat. fu, gr. ưεǢ, interjección de desdén o aversión (fr. fi). Con el mismo valor figura po en Guzmán de Alfarache (Cl. C. III, 166.26), que también corre en Cuba (Pichardo) y en gallego (pó, pó, pó para abominar de una cosa sucia, y facer o pó pó ‘excretar’ hablando de los niños, Sarm. CaG. 66d), también gall. fô interjección de asco (íd. ib. 191r); pu o puf [1625, P. Espinosa, Obras, p. 196.15] en otras partes. Con valor diferente: ¡pum!, que expresa una explosión.