ZATARA, ‘especie de almadía’, origen incierto, quizá del ár. sáƫar ‘hilera’.
Covarr. define
çatara: «una travazón de maderos sobre la qual en los ríos grandes, que corren sin furia, suelen llevar río abaxo algunas cosas que vender, como leña y otras mercadurías, y llegados al lugar do van, después de sacada la hazienda, deshazen la
çatara y venden la madera por pieças; los que traen maderas por Tajo suelen juntar tres o quatro vigas, y éstas se pueden llamar
çataras, pero como passan por las presas de los molinos, no pueden usar dellas siempre». De ahí pasó a
Aut. y a la Acad. No conozco testimonios independientes, ni sé si hoy todavía se emplea en alguna parte. Eguílaz quiere partir del ár. vg.
šaȟatûr o
šaȟtûra «barque, grand bateau, polacre» (¿de origen extranjero?), empleado hoy en Siria y en Egipto y ya documentado en las Mil y Una Noches y en una escritura árabe siciliana (pero no parece haberse empleado en España ni en el Oeste de África: falta en R. Martí, PAlc., Beaussier, Lerchundi, etc.; Dozy,
Suppl. I, 733
b), pero esta etimología no conviene fonéticamente ni por la vocal tónica ni por la consonante inicial
1, y ni siquiera por el sentido. Preferible sería la voz árabe bien conocida
sáƫar (o
saƫr) ‘trazo’, ‘línea’, ‘serie, hilera’, que es clásica y todavía corre en Argelia («ligne tirée avec la règle», «ligne d’écriture» Beaussier); en vocablos de este tipo el acento se traslada a la última vocal en el vulgar hispanoárabe, y una almadía muchas veces no es más que una hilera de troncos atados uno tras otro. La variante
zata que
Aut. cita en Barén de Soto (S. XVII) es extraña, quizá errata.