ZALONA, and., del ár. hispano y africano zanûna ‘jarro’, ‘botijo para el agua’, ‘pitorro del botijo’, probablemente derivado del verbo onomatopéyico zann ‘zumbar’, por el ruido del agua al salir.

1.ª doc.: Oudin («çalona: vaisseau et mesure de poids contenant douze livres d’huile»).

Según Aut.: «cántara o botija grande: es voz arábiga y usada en Andalucía»; Acad.: «and., vasija grande, de barro sin vidriar, con boca ancha y con una o dos asas». En hispanoárabe recoge PAlc. zanûna «jarro con dos asas». Pero quizá primitivamente no se tratase de una vasija de boca ancha: en Argelia zanûna vale «petite gargoulette à fond étroit et dont le ventre est muni d’une espèce de robinet» (Cherbonneau), «goulot» (Roland de B.)1, zannûna «bec de gargoulette, de cafetière; petite gargoulette à fond étroit et dont le ventre est muni d’un bec»; zannûna, zannâna, zannîna «quiquette de petit enfant» (Beaussier) (lo cual se llama pito, o sea ‘pitorro’, en Galicia, la Arg. y otras partes de América y España). Esta palabra no tiene etimología en las raíces del árabe clásico, pero modernamente hay un verbo zann «bourdonner (abeilles)», «vibrer», en Egipto y Argelia (Bocthor, Beaussier), zánzan «bourdonner», tazanzîn «bourdonnement» en Marruecos (Tedjini), cuyo carácter onomatopéyico salta a la vista, comp. port. zunir ‘zumbar’. Creo que zanûna ‘pitorro’, ‘botijo’, derivará de este verbo por alusión al gorgoteo del agua que sale, comp. el nombre fr. gargoulette, goulot, cat. gàrgola ‘botijo’ (Ebro). El cambio de -ûna en -ona no es fonético, sino debido al influjo del sufijo romance (comp. BDC XXIV, 80). Es inaceptable fonéticamente la etimología Ǥárra ‘jarra’ propuesta por Dozy (Gloss., 362-3).

1 Dozy, Suppl. I, 605a.