ZAIDA, ‘cierta ave zancuda parecida a la grulla’, del ár. ɊâȐida ‘pescadora’, derivado de Ɋâd ‘cazar’, ‘pescar’.

1.ª doc.: 1591, Percivale («çáyda or cruxía: a kinde of crane»).

Covarr.: «çayda, ave palustre, hermosa y gallarda». Aut. da una larga descripción atribuyéndole las virtudes de pudor y castidad que suelen darse como propias de la avutarda o avucasta. La etimología de Covarr., que lo identifica con el ár. sáyyida ‘señora’, no es aceptable fonéticamente, pues esta palabra se pronuncia vulgarmente séyyida (o da, y aun más vulgarmente síde, como se ve por la forma del nombre del Cid). Como observó Dozy (Gloss., 362) el dicc. del árabe egipcio de Bocthor da Ɋayyâd sámak como nombre de la garza, propiamente ‘pescador de peces’, y así supone Dozy que el cast. zaida, nombre de una ave muy semejante, venga de ɊâȐida, femenino de ɊâȐid, forma que también se emplea en el sentido de ‘pescador’. Efectivamente ambas son clásicas: la segunda es participio activo del verbo Ɋád ‘cazar’ y ‘pescar’, la primera es el nombre de oficio correspondiente al mismo verbo. Aunque R. Martí y PAlc. sólo registran Ɋayyâd (éste en el sentido de ‘cazador’, aquél también en el de ‘pescador’), es muy posible que una formación de tipo tan corriente como Ȑid se empleara también en España; por lo demás, también es concebible (aunque PAlc. no lo indique, pero se trata de una tendencia fonética general en el hispanoárabe) que vulgarmente se pronunciara Ɋáyyed en lugar de Ɋayyâd, lo cual nos conduciría al mismo resultado.