VÍSPERA, del antiguo viéspera, y éste del lat. VĔSPĔRA ‘la tarde y el anochecer’.

1.ª doc.: Berceo.

«Sábado a viésperas» ‘el sábado por la tarde’ (S. Dom., 677b), «bien a ora de vísperas, el sol bien enflaquido» (Mil., 464a, pasaje donde sólo disponemos de un ms. del S. XVIII). Por lo demás, Berceo (S. Dom., 558a, 559b) y J. Ruiz emplean la forma viésperas, y siempre hablando del rezo canónico de este nombre. La conservación de la -e- postónica es normal, aun en voces populares, en esta combinación consonantica, comp. áspero, árboles, miércoles, níspero. Existió, sin embargo, la variante viespras: «era más de nona grant mijero passado, / cerca era de viespras, todo el sol tornado» Alex., 1253b, y análogamente 2013a, pasajes donde el ms. P (med. S. XV) trae bísperas; viespras también en docs. murcianos de 1326 y 1428 (G. Soriano, p. 195) y en el glos. arag. de Toledo de h. 1400 (trad. vesperus). Nebr. todavía registra «bísperas: horae vespertinae», pero también bí- de fiesta. Este cambio de significado se explica por ser la tarde anterior lo que más de cerca precede a un día determinado, lo que facilitaba el cambio de significación, en forma rigurosamente paralela a lo que ocurrió en muchos idiomas, y en castellano mismo, con vocablos que significando propiamente ‘por la mañana’ toman el sentido de ‘mañana’ o ‘el día siguiente’ (fr. demain DE MANE, etc., alem. margen, ingl. to-morrow); en el caso de víspera se trata preferentemente de la que precede a una fiesta, a lo cual debió de contribuir vísperas en su sentido canónico, pues como dice Aut., este rezo «se dice después de nona y pertenece al Oficio del día siguiente». Cita ejs. de Ribadeneira, donde se habla de vísperas cantadas en la noche de Navidad, y de Bocángel, quien habla de unas vísperas cantadas el sábado (Spitzer, MLN LXXIV, 139-40, da buenas razones para explicar el cambio de significado partiendo del sentido eclesiástico de víspera de fiesta; pero la otra razón que doy debió contribuir no menos). Desde el Siglo de Oro, víspera sólo conserva el sentido de ‘día precedente’ y la ac. canónica; en ambas sigue siendo de uso general. Deberá comprobarse en edición mejor la forma que aparece en el Libro de los Estados de Juan Manuel: «el Emperador... debe tomar las peticiones que le dieren... et débelas mandar librar cuando estuviere en su consejo después de las viéspedes... et desque esto fuere fecho débese asentar a cenar» (Rivad. LI, 311a); comp. víspere m., junto a víspora ‘víspera’ en ast. (V), aunque en este dialecto se explica el cambio de terminación por los plurales femeninos en -es < -AS; y comp. la variante lat. vespere. El lat. VĔSPĔRA sólo se ha conservado en el port. véspera (hoy con las acs. castellanas, y todavía en el S. XVI. con la etimológica), y en el fr. vêpres f. pl. con el valor canónico; el cat. y el oc. distinguen entre vespra ‘día anterior’ (así en Jaime I y en el Tirant lo Blanc, hoy anticuado en el Principado), vespres f. pl. (oc. -as) ‘rezo de vísperas’ y el masculino vespre ‘anochecer’, procedente de VESPER, -I; de éste vienen también el it. vespro y varias formas dalmáticas, réticas y sardas, principalmente con el sentido eclesiástico, aunque también con huellas del etimológico. Véspero es cultismo sin arraigo.

DERIV.

Vesperal. Vespertino [Aut.], lat. vespertinus; vespertina. Vespertilio, latinismo sin arraigo; del lat. VESPERTILIO, -ĶNIS, ‘murciélago’, por vía popular, salen el ast. esperteyu (V), gall. espertello (junto con muchas formas italianas, REW 9275).