VITOLA, en portugués bitola, que se registra desde mucho antes, y así es verosímil que el castellano lo tomara de este idioma; pero la etimología es incierta.
1.ª doc.: 1831, dicc. de Fz. de Navarrete; 1836, Pichardo (1862); Acad. 1884.
En portugués no parece que fuese palabra muy divulgada en tiempo de Bluteau (1715), pues éste lo da como «termo do povo» y con la frase governa-se pela sua bitola ‘por su parecer’; por otra parte Moraes cita de la História da Índia de Lopes de Castanheda (1552), aunque sin especificar el pasaje, la frase mandou fazer huns castellos pela bitóla de outro, y define «medida por onde alguma obra se há-de regular; padrƟo, modelo», «opiniƟo, regras de prudência ou moral proporcionadas a inteligência»; agrega Fig.: «craveira; norma; largura de urna linha férrea; náut. grossura de um cabo».
El origen es oscuro. Dice el dicc. de la Academia que viene del ags. wittol ‘conocedor’, lo cual no es posible, pues además de que el sentido no se adapta bien, se ignoraría por qué conducto esta voz lejana pudo llegar hasta el port. y castellano. Coelho dijo que venía del port. bêta «lista», «mancha comprida», «qualquer corda que em navios nƟo tem nome especial», «náut. talha colocada na extremidade dos guardins» (lat. VITTA); tampoco ahí es evidente la relación semántica ni está bien clara la sustitución de e por i, pero sobre todo no es probable en portugués un derivado en -ola, sufijo poco frecuente y de origen forastero en este idioma. Nobiling observa (ASNSL CXXIV, 344) que el sentido no es adecuado para un derivado del náutico bita ‘cada uno de los postes de madera o hierro que, fuertemente asegurados a la cubierta en las proximidades de la proa, sirven para dar vuelta a los cables del ancla cuando se fondea la nave’ (comp. los grabados en BDC IX, 64, y XII, 75), que procede del escand. ant. biti por conducto del francés, que es en lo que pensará Fig. al decir que bitola viene del escandinavo, pero tiene razón Nobiling al decir que no se ve la relación semántica; además hay la dificultad del sufijo, pues una palabra como bitola no parece existir en fr., oc., cat. ni it.
Quizá se podría pensar en el derivado francés bitture «ce qui, d’un câble, est retiré de la cale et étendu sur le pont, pour suivre à la mer l’ancre que l’on va mouiller» [1683], de donde la frase popular francesa prendre une bonne bitture «prendre une longueur de câble suffisante» y luego prendre une bitture «s’en donner tout son soûl». El vocablo en frases de este tipo pudo ser comprendido en el sentido de ‘medida en general’; la alteración fonética se explicaría por el paso a través del vasco (aunque no está en Azkue, pobre por lo demás en términos marinos: urge mucho un vocabulario de los pescadores vascos). Esta explicación no es improbable, pero faltan comprobaciones1.
1 También se podría pensar en el vasco bitora (Jal), adaptación del fr. bitord (< BIS-TORTUS) «petit cordage composé de deux fils commis ensemble, mais peu tordus; il sert principalement à faire des genopes et d’autres petites ligatures». Pero aunque es concebible que se tomaran las medidas con un cabo de cuerda, más bien parece que se emplean vitolas de hierro o de madera. ↩