VENDA, del germ. BէNDA (a. alem. ant. binta, alem. binde ‘faja, tira, venda’, gót. gabinda ‘atadura’).

1.ª doc.: h. 1400, glos. de Toledo.

Donde traduce una palabra que en bajo latín significa «fascia qua mortui pedes manusque ligabantur». APal.: «vittae: vendas con que se atan o trençan los cabellos» (531b; 213d; 165b); Nebr.; «venda de lino: lemniscus», «vinda, vanda al través: baltheus inversus», curiosa variante (¿mozárabe?). Que el vocablo se empleó desde los orígenes lo muestra su derivado vendar (V. abajo). De uso general en todas las épocas y común a todos los romances de Occidente (salvo el sardo, donde tiene forma advenediza). Es posible que el vocablo entrara ya en el latín vulgar tardío, desde el germánico occidental, junto con otros nombres de prendas de ropa, comunes a casi todas las lenguas romances; tampoco puede rechazarse del todo la opinión de Gamillscheg (R. G. I, p. 209) de que se tomó del fráncico en Francia, y desde ahí se propagó, pero tal propagación hubo de tener lugar si acaso en los primeros siglos de la Edad Media, pues es vocablo castizo y arraigado en toda Italia e Iberia. En germánico deriva del verbo BINDAN ‘atar’ (alem. binden, ingl. bind, etc.).

Es revelador el modo como GdDD 7240 ha llegado a creer la enormidad de que venda viene de un lat. *VITTULA. G. Lomas en su 1.ª ed. daba «veldar vendar (Bol. de la Bibl. Mz. Pelayo)»; en la 2.ª ed., este artículo, fundado en una confusión de una cita de segunda mano, ha sido borrado y reemplazado por el vocablo bien conocido «beldar aventar» (VENTILARE). Nuestro veterano etimólogo, además de tomar aquel veldar como buena moneda, inventa lindamente un sustantivo velda, se lo achaca a G. Lomas, en cuyo vocabulario no ha figurado nunca, y de ahí deduce que venda también ha de venir del fantástico *VITTULA.

DERIV.

Vendar [Berceo; «otro travessero bendado de seda» invent. arag. de 1354, BRAE II, 707]. Vendaje [Acad. S. XIX]. Vendo [Acad. ya 1817].