URCA, del fr. hourque, de origen germánico, probablemente del neerl. med. hulke.
1.ª doc.: 2.° cuarto S. XV.
En portugués urca ya está hacia 1500 en la Crónica de Resende (Jal, 839b) y a med. S. XVI en JoƟo de Barros, mientras que el it. urca, orca, no aparece por primera vez hasta la trad. de este autor, y después desde fines del S. XVI, de donde deduce Zaccaria que en este idioma es palabra de origen hispánico. En Francia, en cambio, no es menos antiguo que en la Península Ibérica, pues ya tenemos varios ejs. del S. XV: hulke en Monstrelet, hurque en Philippe de Commynes, hourque (la forma moderna) en Ant. de Conflans (h. 1520): éste habla de las hourques de Holanda, Zelanda y Brabante (Jal, 835), Commynes de hurques d’Allemagne y hurques de Hollande, Monstrelet habla de la hulke del Rey de Inglaterra.
Todo esto parece indicar un origen germánico y lo mismo sugiere la h aspirada del francés; sólo puede vacilarse entre el neerl. hulk (neerl. med. hulke) y el ingl. hulk: la mención repetida de urcas holandesas y alemanas da cierta verosimilitud al neerlandés. Es verdad que en este idioma hoy es término poético, con el sentido de ‘esquife’, pero el significado de estos nombres de embarcaciones cambia rápidamente con el tiempo; por otra parte, no cabe duda que esta voz neerlandesa es antigua en germánico, puesto que es hermana del b. alem. med. holke y holk, del a. alem. ant. holcho «navis actuaria», a. alem. med. holche, hülk, y del ingl. hulk. En este idioma se documenta abundante e ininterrumpidamente desde h. el año 1000, y ya en inglés medio se trata de «a large ship of burden or transport, often associated with the carrack»; desde 1671 también «the body of a dismantled ship (worn out and unfit for sea service) retained in use as a store-vessel»; comp. el sentido del cast. urca «barco grande, mui ancho de buque por en medio de él; sirve ordinariamente en varios parages de Indias para el transporte de granos y otros géneros» (Aut.). Partiendo del ingl. hulk o del neerl. hulke se comprende bien el paso al fr. hourque, por no haber en el S. XV voces populares francesas con l en fin de sílaba; ya no ocurriría lo mismo con el escand. ant. holk, del cual quería partir Jal, y que hubiera dado *houc.
Indicaron ya esta etimología Caix (Giorn. di Filol. Romanza I, 48ss.) y Gamillscheg (EWFS), y la adoptó M-L. (REW3 4229a); es verdad que, según Kluge y otros, estas voces germánicas proceden a su vez del b. lat. holcas, hulca, y éste del gr. Ǟλκάς ‘remolque’ (derivado de ƅλκειν ‘tirar de algo’), y así podría sospecharse que en francés procediera también del bajo latín, mas no puede ser así a causa de la h aspirada y de la r, que entonces difícilmente se explicarían; de todos modos es posible que la voz germánica y aun la francesa procedan de Ǟλκάς, si bien cruzado con alguna raíz germánica o influido por ésta con etimología popular; pues parece que hay fuentes más o menos independientes que comprobarían la equivalencia con Ǟλκάς: el catalán On. Pou (cuyo vocabulario náutico latino procede de Lazarus Bayfius), en 1575, traduce en efecto urca por holcas (p. 68). Behrens (Beitr. zur frz. Wortgesch., 366) preferiría partir del neerl. hucker (más exactamente hoeker), observando que en el importante dicc. francés-alemán de Schmidlin (1771) y en el dicc. de marina alemán de Röding ésta es la traducción que se da al fr. hourque, mientras que hulk va en artículo aparte. Pero falta saber quién tiene razón en estas equivalencias: según hemos visto, hay una analogía real entre el ingl. hulk, el cast. urca y el fr. hourque, mientras que el neerl. hoeker aparece en Hexham como «dogger-boat», y su antecedente hoeck-boot en Kilian (S. XVI) es un barco de pesca así llamado a causa del neerl. hoek ‘gancho’; de esta voz neerlandesa se tomó el ingl. hooker (o howker), que designa desde 1641 un barco de pesca holandés de dos mástiles (sólo desde el S. XIX un barco de pesca británico). Como los datos de esta voz neerlandesa son más modernos que los del fr. hourque no puede descartarse la posibilidad de que sea alteración de hourque por etimología popular; pero, aun suponiendo que sea vieja voz neerlandesa derivada de hoek ‘gancho’, es inverosímil que de ahí proceda el fr. hourque, entre otras razones porque no se explicaría la trasposición de la r. Verdad es que de hooker procederá el fr. antic. oucre, houcre, que al principio designó un barco pesquero, pero desde el S. XVII se confundió con la urca (Jal, 834 y 1103). Sin embargo, esto es secundario.